pastor bobo con setas

Federico rompió el aparato. Escribe la obra en el 1930, lo matan seis años después, quedan en posesión de la verdad los de la careta, y la obra, El público, a galeras a remar. Si la hubieran podido quemar lo hubieran hecho. Qué terrible la historia de la humanidad en estas vertientes. Leo que se estrenó allá por 1986. Post mortem es un eufemismo. En la obra aparece la figura del pastor bobo soltando por su boca todo, todito, todo; como total es un pastor y es bobo, pues legitimación al canto para decir lo que no se puede decir abiertamente. Que si surrealismo, que si metáfora, que si metonimia, que si sinécdoque, que si tal y cual; pero Morente, que imagino que todos esos términos le traían al fresco, Deo gratias, entendió a su manera el asunto y junto con los granaínos lagartijeros, en 1996, es decir, 66 años después, puso las cosas en su sitio, en el que a Federico y al flamenco les correspodía. A Federico como la fiera desatada que fue y al flamenco, fuera de su jaula. Todos entendimos cuando aquel disco cayó en nuestras manos, cada uno desde su lugar de conocimiento, que algo fuera de lo común había sido parido. Muchos años después seguimos maravillados: con Federico y con aquel Omega. Y apesadumbrados constatando cuán cruento puede llegar a ser el ser humano.
En la grabación en directo se aprecia claramente, pese a la poca calidad de la misma, que don Enqrique está en otro sitio y así lo asumen los seis que lo acompañan, pendientes de por dónde va a salir, de qué ve, qué luces son esas, qué máscaras negras, qué Europas, que puto y absoluto disparate alucinógeno.





[Solo del pastor bobo]

Cortina azul.
En el centro, un gran armario lleno de Caretas blancas de diver­sas expresiones. Cada Careta tiene su lucecita delante. El Pastor Bobo viene por la derecha. Viste de pieles bárbaras y lleva en la cabeza un embudo lleno de plumas y ruedecillas. Toca un aristón y danza con ritmo lento.
EL PASTOR.
El pastor bobo guarda las caretas.
Las caretas
de los pordioseros y de los poetas
que matan a las gipaetas
cuando vuelan por las aguas quietas.
Careta
de los niños que usan la puñeta
y se pudren debajo de una seta.
Caretas
de las águilas con muletas.
Careta de la careta
que era de yeso de Creta
y se puso de harinita color violeta
en el asesinato de Julieta.
Adivina. Adivinilla. Adivineta
de un teatro sin lunetas
y un cielo lleno de sillas
con el hueco de una careta.
Balad, balad, balad, caretas.

(Las Caretas balan imitando las ovejas y alguna tose.)

Los caballos se comen la seta
y se pudren bajo la veleta.
Las águilas usan la puñeta
y se llenan de fango bajo el cometa,
y el cometa devora la gipaeta
que rayaba el pecho del poeta.
¡Balad, balad, balad, caretas!
Europa se arranca las tetas,
Asia se queda sin lunetas
y América es un cocodrilo
que no necesita careta.
La musiquilla, la musiqueta
de las púas heridas y la limeta.

(Empuja el armario, que va montado sobre ruedas, y desaparece. Las Caretas balan.)

Federico García Lorca