la riculez de la juventud

Dream of Lust

After one of those nights, a day:
the mind dutiful, waking, putting on its slippers,
and the spirit restive, muttering
I’d rather, I’d rather—

Where did it come from,
so sudden, so fierce,
an unexpected animal? Who
was the mysterious figure? 
You are ridiculously young, I told him.

The day tranquil, beautiful, expecting attention.
The night distracting and barred—
and I cannot return,
not even for information.

Roses in bloom, penstemon, the squirrels
preoccupied for the moment.
And suddenly I don’t live here, I live in a mystery.

He had an odd lumbering gaucheness
that became erotic grace.

It is what I thought and not what I thought:
the world is not my world, the human body
makes an impasse, an obstacle.

Clumsy, in jeans, then suddenly
doing the most amazing things
as though they were entirely his idea—

But the afterward at the end of the timeless:
coffee, dark bread, the sustaining rituals
going on now so far away—

the human body a compulsion, a magnet,
the dream itself obstinately
clinging, the spirit
helpless to let it go—

it is still not worth
losing the world.

Luoise Glück


Sueño lascivo

Después de una de esas noches, un día:
la mente obediente, despertándose, calzándose las pantuflas,
y el espíritu impaciente, mascullando
cuánto más me gustaría, cuánto más...

¿De dónde salió,
tan súbito, tan feroz,
un animal inesperado? ¿Quién
era esa figura misteriosa?
Eres ridículamente joven, le dije.

El día calmo, bello, la atención expectante.
La noche perturbadora y prohibida:
y no puedo volver,
ni siquiera en busca de información.

Rosas en flor, matas de pestemon, las ardillas
preocupadas por el instante.
Y de pronto no vivo aquí, vivo en un misterio.

Él tenía una rara torpeza desmañada
que se convirtió en gracia erótica.

Es lo que pensaba y lo que pensaba que no:
el mundo no es mi mundo, el cuerpo humano
es un punto muerto, un obstáculo.

Desgarbado, con vaqueros, después de pronto
haciendo las cosas más sorprendentes
como si fueran por completo invento suyo...

Pero el después al final de lo eterno:
café, pan negro, los ritos nutritivos
que ya vienen de tan lejos...

el cuerpo humano una compulsión, un imán,
el sueño que persiste
obstinado, el espíritu
incapaz de dejarlo ir...

todavía no vale la pena
perder el mundo.

Traducción de Mirta Rosenberg



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