Me desayuno a la hora de la siesta. Domingo postcarnal. Ayer la ciudad volvió a mostrar su histeria y su neurosis, pensé, más que su alegría, su trasgresión, su ponerse la vida por montera. La neurosis nos anega de forma subrepticia. Doma la espontaneidad.
Las mejores imágenes que pude presenciar eran nihilistas o decadentes, siempre con el barniz grosero de nuestro tiempo. Cosas de la mirada, puede alguien objetar. Claro, la mirada siempre coloca los ejes de referencia. Los míos también incluyen algunos ojos, algunos brazos que rozan al pasar, algunos afectos en busca de depositario, el pelo ondulado de un búho real de principios de los setenta a los acordes de jazz antiguo.
Me desayuno, decía. Y ante mí desfila Daniel, un tipo al que he disfrutado y padecido desde hace más de veinte años. No tenía ni idea de que hubiera rodado una película como director. Viéndolo llorar, mientras yo lo hago también, parece fácil reconocer al premiado en el director, salto generacional de por medio.
Me adentro en un tipo al que descubrí hace unos días y tenía postergado, deporte al que me he aficionado últimamente por imperativo legal. El tipo en cuestión es Finzi y una vez descubierto no creo que tarde mucho en volver a aparecer por aquí. Lágrimas de nuevo leyendo sobre él mientras suena su elegía. Dejo dos interpretaciones, una de ellas aquí. Las fotos de su página me encantan. Qué cosa lo del ser humano.
Y mientras salgo a por un café escucho una pregunta de fondo en un programa de televisión: ¿qué grupo de la movida madrileña se quedó enganchado a una señal de bus? Respondo mentalmente mientras los recuerdos se agolpan en la puerta y la derriban. El tema original es del 83. Antonio tendría unos veinticinco años cuando lo graban. Los secretos le dieron la vuelta de tuerca diez años después. Enrique tendría unos treinta y dos.
Y acabo con un corto que se me había escapado de la inefable Pixar. Imagino que lo harán desaparecer en el incrustado que dejo por mor de los derechos de autor, pero también imagino que aparecerá por otro lado. Haciendo uso de los clichés de siempre genera un encanto lluvioso. La página oficial está aquí.
Ojalá lloviera e hiciera frío.
carnal
Me adentro en un tipo al que descubrí hace unos días y tenía postergado, deporte al que me he aficionado últimamente por imperativo legal. El tipo en cuestión es Finzi y una vez descubierto no creo que tarde mucho en volver a aparecer por aquí. Lágrimas de nuevo leyendo sobre él mientras suena su elegía. Dejo dos interpretaciones, una de ellas aquí. Las fotos de su página me encantan. Qué cosa lo del ser humano.
Y mientras salgo a por un café escucho una pregunta de fondo en un programa de televisión: ¿qué grupo de la movida madrileña se quedó enganchado a una señal de bus? Respondo mentalmente mientras los recuerdos se agolpan en la puerta y la derriban. El tema original es del 83. Antonio tendría unos veinticinco años cuando lo graban. Los secretos le dieron la vuelta de tuerca diez años después. Enrique tendría unos treinta y dos.
Y acabo con un corto que se me había escapado de la inefable Pixar. Imagino que lo harán desaparecer en el incrustado que dejo por mor de los derechos de autor, pero también imagino que aparecerá por otro lado. Haciendo uso de los clichés de siempre genera un encanto lluvioso. La página oficial está aquí.
Ojalá lloviera e hiciera frío.
carnal
Del lat. carnālis.
Escr. t. con may. inicial en acep. 6.
1. adj. Perteneciente o relativo a la carne.
2. adj. Lascivo o lujurioso.
3. adj. Perteneciente o relativo a la lujuria.
4. adj. Terrenal y que mira solamente las cosas del mundo.
5. m. Tiempo del año que no es Cuaresma.
6. m. desus. carnaval (‖ días anteriores a la Cuaresma).No comprendo cómo puedes acostarte
Para no dormir y luego levantarte
No comprendo la velocidad del tiempo
Ni a la gente que no mueve ni un momento
Voy andando hacia ningún lugar
Cambio de tren en la estación del viento
Veo garras de murciélagos de noche
Veo sombras que se funden con la mía
El sonido de ciudad grabado en pistas
Esa mezcla que te entra por la vista
El circuto va de bar en bar
Hay que esquivar y no romper el hilo
Son las formas de luchar con estilo
Enganchado a una señal de bus
Y la historia va cambiando de tema
Todo el mundo no es igual que los demás
Ahora llega el sonido despacio
Y la luz, hasta mañana se va
No parece haber nadie en la calle
Pero es el juego de la sombra fugaz
No comprendo nada el tráfico de coches
Ni los edificios hechos como botes
Todo al tiempo y a la misma velocidad
Imposible descifrarlo antes de derribar
Al circuito bar-esquina-bar
Se dan tres vueltas contra reloj
Enseguida hay otro sitio mejor
Enganchado a una señal de bus
Y la historia va cambiando de tema
Todo el mundo no es igual que los demás
Ahora sopla el tiempo con capricho
Risas a cámara lenta final
Ya no sé lo que va más despacio
Si la gente o la luz en un flash.
Este corto de la Pixar no lo había visto. De nuevo me vuelven a fascinar los trazos, los diseños...En este en concreto que bella forma de "humanizar" objetos de la calle como el canalón, la papelera, el semáforo,... Y como no la sutileza de la música. El nivel de creatividad de esta gente me parece increíble.
ResponderEliminarGracias
Son los reyes de la prosopopeya. Junto con Guarnidó:
ResponderEliminarhttp://los-gases-son-comprensibles.blogspot.com.es/2014/11/el-aspecto-exterior.html