óleo de tarde de casi abril

Se me precipitó este tema de Silvio al hilo de encuentros de objetos olvidados, signos de amor que no sabe uno adónde van si no los ve ni los recuerda.
La tarde está bellísima. Dejo caer la persiana y enciendo la luz de la mesilla. Pienso en la belleza y el dolor, el sinsentido de la existencia y el sentido de la existencia. Falta de descanso, supongo. El bando de la huerta murciano exige su peaje. A las puertas de abril estamos. 

La letra del vate cubano es, sencillamente, magistral:

Adónde van las palabras
que no se quedaron
adónde van las miradas
que un día partieron
acaso flotan eternas
como prisioneras de un ventarrón
o se acurrucan entre las rendijas
buscando calor.

Acaso ruedan entre los cristales
cual gotas de lluvia que quieren pasar
acaso nunca vuelven a ser algo?
acaso se van
y adónde van
adónde van?

En que estarán convertidos 
mis viejos zapatos
adónde fueron a dar 
tantas hojas de un árbol
por dónde están las angustias 
que desde tus ojos rodaron por mí
adónde fueron mis palabras sucias
de sangre de abril.

Adónde van ahora mismo estos cuerpos
que pueden nunca dejar de alumbrar
acaso nunca
vuelven a ser algo?
acaso se van
y adónde van
adónde van?

Adónde va lo común
lo de todos los días
el descalzarse en la puerta
la mano amiga
adónde va la sorpresa
casi cotidiana del atardecer
adónde va el mantel de la mesa
el café de ayer.

Adónde van los pequeños
terribles encantos que tiene el hogar
acaso nunca vuelven a ser algo?
acaso se van y adónde van
adónde van?



vate

Del lat. vates.
1. m. y f. cult. poeta (‖ persona que compone obras poéticas).
2. m. adivino.

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