desde una esquina de la cantina

José Alfredo murió con mi actual edad, 47, de cirrosis hepática. Tralará.
De la actuación en directo de Chavela me sobran las guitarras, y mucho. Me la imagino a cappella o quizás con un violoncello.
A Enrique le encantaban este tipo de tonadas. Otro tralará.
José Alfredo entendía el alma humana con una sapiencia lírica desde un analfabetismo ortodoxo. Igual no hay otra forma de alcanzarla.
 
 





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