se nos fue el de Utrera



Se me va 
este amor que he ido amasando
con mis manos se me va
Se me va
lo que tanto tiempo yo he querido tanto 
se me va.

No hay razon 
que yo pierda en un momento
lo que tanto me costó
no hay razón
que se vaya de mis manos 
y en un soplo tanto amor.

Y se me va 
como el agua que se escurre entre mis manos
se me va
como el aire que no puedo sujetarlo
como el tiempo que implacable va pasando
como el humo tu cariño se me va

Se me va 
y no puedo ya luchar por retenerlo
este amor que en realidad se ha ido muriendo
y por eso de mis manos se me va

Donde irán 
esos días de alegría que pasamos donde irán
donde irán
esas miles de caricias que inventamos 
donde irán

Yo lo se
que en la vida nunca hay nada para siempre
ahora lo se
pero fue tan bonito así quererte
que ahora me cuesta perder.

elija no

Instrucción 4

Dígale adiós en un aeropuerto (o en una estación de tren, o de autobuses). Después, camine hacia la salida y no se dé vuelta. Repase los últimos rastros de su olor en la memoria (recuerde el último beso). Pregúntese si ella se habrá dado vuelta. Dese vuelta. Vea cómo ella ya ha desaparecido. Camine hacia la salida. Sienta una opresión en el pecho. Piense: “Si esto fuera una película, yo debería correr hacia ella y ella debería estar corriendo hacia mí”. Siga caminando; esto no es una película y usted no tiene tiempo que perder: debe empezar a sufrir. Sufra. Diga: “Hola, aquí está el dolor”. Diga: “Hola, bienvenido dolor”. Sepa que sentirá eso durante mucho tiempo. Pregúntese si va a soportarlo. No encuentre respuesta. Camine hacia la calle. Encienda un cigarrillo. Sienta náuseas. Piense: “El tiempo pasó demasiado rápido”. Sienta que sería capaz de recordar todos los días que pasaron juntos, hora tras hora. No lo haga: déjelo para después, para cuando su ausencia se vuelva insoportable. Camine hasta el auto. Meta la llave en la cerradura. Abra la puerta. Piense: “Hace media hora estábamos aquí”. Respire el aire de la cabina. Mire el asiento trasero, donde hasta hace poco estaba la valija. Sienta cómo cada poro de su cuerpo se abre como una boca llagada. Pregúntese qué estará haciendo ella ahora. Pregúntese si pensará en usted. Pregúntese cuándo va a volver a verla. Pregúntese si volverá a verla. Suba al auto. Ponga el auto en marcha. Salga del estacionamiento. Respire. Mírese en el espejo retrovisor. No se reconozca. Piense: “Ese no soy yo”. Diga en voz alta: “Te necesito”. Diga en voz alta: “Te extraño”. Maldígase. Sienta que nada tiene sentido y que no lo tendrá por mucho tiempo. Piense en morir. Elija no morir. Siga adelante.


Leila Guerriero

una cuarta por ser parroquia extraña

cuarta funeral
1. f. Derecho que tiene la parroquia a una parte de todas las
obvenciones y emolumentos del funeral y misas de un feligrés
suyocelebrados en iglesia extraña.

obvención
Del lat. obventio, -ōnis 'ganancia, lucro'.
1. f. Utilidad, fija o eventual, además del sueldo que se disfruta. U. m. en pl.

emolumento
Del lat. emolumentum 'utilidad', 'retribución'.
1. m. Remuneración adicional que corresponde a un cargo o empleo. U. m. en pl.