aar

atarazana
Del ár. hisp. *ãdár aṣṣán‘a, este de dár aṣṣiná‘a, y este del ár. clás. dār aṣṣinā‘ah 'casa de la industria'.
1. f. arsenal ( establecimiento para construir o reparar embarcaciones).
2. f. Cobertizo o recinto en que trabajan los cordeleros o los fabricantes de márragas u otras telas de estopa o cáñamo.
3. f. And. Lugar donde se guarda el vino en toneles.

arsenal
Del ár. hisp. *ãdár aṣṣán‘a, este de dár aṣṣiná‘a, y este del ár. clás. dār aṣṣinā‘ah 'casa de la industria'.
1. m. Establecimiento militar o particular en que se construyen, reparan y conservan las embarcaciones, y se guardan los pertrechos y géneros necesarios para equiparlas.
2. m. Depósito o almacén general de armas y otros efectos de guerra.
3. m. Conjunto o depósito de noticias, datos, etc. Esa obra es el arsenal dedonde Antonio saca sus noticias.

rumiar 
Del lat. rumigāre.
Conjug. c. anunciar.
1. tr. Masticar por segunda vez, volviéndolo a la boca, el alimento que ya estuvo en el depósito que a este efecto tienen algunos animales.
2. tr. coloq. Considerar despacio y pensar con reflexión y madurez algo.
3. tr. coloq. Rezongar, refunfuñar.

don Ángel de domingo

OTRAS VECES
Quisiera estar en otra parte,
mejor en otra piel,
y averiguar si desde allí la vida,
por las ventanas de otros ojos,
se ve así de grotesca algunas tardes.
Me gustaría mucho conocer
el efecto abrasivo del tiempo en otras vísceras,
comprobar si el pasado
impregna los tejidos del mismo zumo acre,
si todos los recuerdos en todas las memorias
desprenden este olor
a fruta madura mustia y a jazmín podrido.
Desearía mirarme
con las pupilas duras de aquel que más me odia,
para que así el desprecio
destruya los despojos
de todo lo que nunca enterrará el olvido.

Ángel González

el valor de lo pagado



maravilloso sufijo

tórpido, da
Del lat. torpĭdus.
1. adj. Med. Que reacciona con dificultad o torpeza.

mórbido, da
Del lat. morbĭdus.
1. adj. Que padece enfermedad o la ocasiona.
2. adj. Blandodelicadosuave.

los tres anuncios

Todavía no he hecho la digestión de esta, digamos, rara avis. Sí me alegro de haberla engullido. La vi en vos y no entendí nada más allá de algunos tacos. Lo de los actores y actrices es de traca, una vez más en este mundo estadounidense como dios manda; me quedo con el enano y la tortuga entre sombras -qué imagen-.
Me llegó de mano amiga. Buen ojo.





las arritmias de Don

Lento pero llegué. Descubrí la conexión francesa y lo que tras ello se esconde. Las relaciones las establezcan ustedes si les apetece.
Santa Isabel, qué lejos quedas.









el Post

Fui a ver esta película que aquí traigo casi sin saber nada de ella y desde el principio no me quité de la cabeza esta otra que, casualmente, por fin había visto hacía poco. Me emocioné relacionando una con la otra -más seca, obligatoriamente, aquella-, hasta las escenas finales, donde mi gozo alcanzó su cenit, pues el homenaje ya es evidente.
La película es abrumadora en lo que cuenta, en su elenco, en su  puesta en escena -mastodóntica-. Me sobra la banda sonora -cada vez las soporto menos: ni John Williams ni nada- por barata en la mayor parte de sus pasajes y, como no podía ser de otra manera, pues estamos hablando de Steven S, el rey del almíbar, amén de otros reinados mucho más talentosos, también me sobran algunas cantatas feministas y en pro de la libertad de expresión demasiado evidentes. Que S. S. no es un genio a la hora de lo implícito lo tenemos claro ya a estas alturas, qué le vamos a hacer. Por otra parte, las actuaciones son, dado el material con el que trabaja, un lujo. En cabeza, la Meryl, muy fuera de lo normal, como en otra galaxia.
Lo de los papeles es un disparate cósmico; que lo supieran todos los presidentes que fueron pasando por allí y nadie dijera ni mu da una medida de la gravedad del asunto; lo del McNamara da miedo; qué profesional en lo suyo:

McNamara grew increasingly skeptical of the efficacy of committing U.S. soldiers to Vietnam. In 1968, McNamara resigned as Secretary of Defense to become President of the World Bank. He remains the longest serving Secretary of Defense, having remained in office over seven years. He served as President of the World Bank until 1981, shifting the focus of the World Bank towards poverty reduction. 

De las críticas que he leído, con la que más coincido es con esta -no con su estilo-.

y ella esperaba

Otro regalo, esta vez de este sábado pasado, vermú en mano, noche, sus ojos cansados.

Voy a tener que buscarte voy a tener que buscarte con la que está cayendo ahí fuera y que no quieras hablarme
Voy a tener que buscarte y no quiero ver a nadie que con la calor que hace esto es imperdonable
Vas a tener que esperarte a que se calmen mis males que como salga yo a buscarte no vas a querer encontrarme
Que como salga yo a la calle no vas a quererme encontrarme
Que como salga yo a buscarte no vas a querer encontrarme

Tú siempre llegas tarde siempre tengo que esperarte.

marchito azar

Uno de los regalos navideños llegó de forma anónima. La belleza en ocasiones exige secreto. Quien fuera, fue fino, fina -cuatro efes consecutivas no siempre se encuentran-.
Antonio Luque, también conocido como Sr. Chinarro, escribe sobre fútbol, sobre el Betis en concreto. Pero como suele ocurrir en estos casos, el aparente objeto de escritura es el vehículo, una autovía hacia la infancia, la inocencia perdida, la figura del padre, el romanticismo del perdedor de barrio obrero. Antonio escribe del Betis como podríamos hacerlo -y de hecho algunos lo hacen- unos cuantos sobre el Estudiantes o el Joventut de finales de los 80 y principios de los 90, pongamos por caso. 
Escribir sobre lo perdido, sobre lo idealizado, sobre lo que es imposible que se vuelva a dar, sobre sentirnos en el extrarradio, dejados, marginados, raros, menospreciados, infravalorados, demasiado frágiles. Digamos Betis, qué más da.
Respecto a la editorial, a veces los milagros existen.
Tremendo regalo.


desnudo en la Pepa

Pues ahí estuvimos este lunes pasado, tras el biombo y dándolo todo. Esta vez fue un monográfico de Cartografía interior, ISBN incluido.La grabación, tendrán que disculparme, es muy defectuosa; intentaremos que para la próxima mejore.

aunque te vayas nunca te has ido

Declaro desde esta mañana de este lunes de este enero mediado mi amor a primera vista hacia este dúo que me llegó de mano dadivosa una noche del otro lado de la barra así sin comas.
Al niño de la hipoteca le pongo un altar.
Magnífica la versión de los Morgans.




Una vez visto que hay mentiras que son verdades, 
ue hay imprevistos que se desbordan de sus caudales, 
una vez listo todos los besos en los portales, 
una vez visto que no hay consuelo a estas edades. 

Una vez visto que ahora el maltrato es cualquier cosa, 
una vez visto que la mas bella ya no es la rosa, 
una vez visto que me has borrado de toda estampa, 
una vez visto que aunque diluvie no siempre escampa. 

Después de tantas, y tantísimas promesas, 
ya ni tu boca de fresa 
va a engañar al paladar. 
Será el destino, 
o está visto y comprobado 
que este amor tan delicado 
solo le queda rezar. 

Una vez visto que ya no hay héroes para estos cuentos 
que hay frases hechas que se recetan como un ungüento, 
una vez visto que ya no hay flechas para cupido, 
una vez visto que aunque te vayas nunca te has ido. 

Después de tantas, y tantísimas promesas, 
ya ni tu boca de fresa 
va a engañar al paladar. 
Será el destino, 
o está visto y comprobado 
que este amor tan delicado 
solo le queda rezar. 

Una vez visto que no importa lo opine de el, 
que lo que haga o lo que diga ya no está tan bien, 
que no me conviene jugar más contigo al amor. 
Pero lo siento ha caducado el alquiler de este corazón, 
por más que grites o te irrites no tendrás razón, 
y no tientes al diablo que él nunca suele perder. 

Será el destino, 
o está visto y comprobado 
que este amor tan delicado 
solo le queda rezar.

cartografía interior murciana

Gratitud ad aeternum:

a man lost in time

Abrumador en sus últimos años despidiéndose. Casi incredulidad. 
Respecto al tema, se puede ir tirando desde aquí.
Como curiosidad marciana, lo del final. En qué lugar se nos queda colgado Magnus conforme avanza el as long as...



Had to get the train
From Potsdamer Platz
You never knew that
That I could do that
Just walking the dead
Sitting in the Dschungel
On Nürnberger Straße
A man lost in time
Near KaDeWe
Just walking the dead
Where are we now?
Where are we now?
The moment you know
You know
You know
Twenty thousand people
Cross Böse Brücke
Fingers are crossed
Just in case
Walking the dead
Where are we now?
Where are we now?
The moment you know
You know
You know
As long as there's sun
As long as there's sun
As long as there's rain
As long as there's rain
As long as there's fire
As long as there's fire
As long as there's me
As long as there's you


worlds and lessons

Comienza solapándose la música con la escena precedente en el 1:09:50. Cuando ella alza el vaso en la toma final el cielo se cae.
La siguiente que traigo comienza en el 1:13:54, también solapada con la precedente. Y también lleva cielo de por medio. De otro tipo, eso sí.
Aquí están, si el enlace no se cae.

Alice: You sounded awful on the telephone. As if the world was about to end.
Morse: Just a small world, and not a very good one.


Morse: That's not enough.
Thursday: Sometimes it has to be. Not every question gets an answer. Learning to live with that's the hardest lesson there is.










el ladrón de misivas

Fantaseo con escaparme y escribir cartas, relatos y poesía:

Un cartero ha sido condenado a dos años de prisión por ocultar durante más de 10 años 3.272 cartas destinadas a direcciones de Ibi (Alicante) y Ontinyent (Valencia). La sentencia, a la que ha tenido acceso este jueves la agencia Efe, fue emitida por la Audiencia de Alicante y notificada a las partes a finales del pasado diciembre. El fallo es el resultado del acuerdo alcanzado por la fiscalía, la Abogacía del Estado -que ejerce la acusación particular en nombre de Correos y Telégrafos SA- y la defensa del trabajador antes del juicio, que debía celebrarse entre los días 15 y 17 de este mes.
El acusado, Juan José P.T., ejerció funciones de repartidor de correspondencia entre 2002 y 2015 en la jefatura provincial de Correos de Alicante. En noviembre de 2007 pasó a tener la condición de trabajador fijo y comenzó a prestar servicio en la unidad de distribución de la oficina postal de Ontinyent, ya en la provincia de Valencia.
Sigue aquí.

Juan José por dos

Injusticia

En mi cabeza, un poco mayor que la de mi perro, cabe un autobús grande. Grande, rojo y municipal que admite, sin distinción, vivos y muertos. El autobús recorre la periferia de toda la ciudad porque en mi cabeza cabe también una ciudad grande. Si cierro los ojos y me recuesto en el sofá, puedo pasar la tarde siguiendo el autobús. Aquí se baja un hombre gordo cuyo nudo de la corbata tiene la forma y la textura de un tumor, la coloración de una víscera. Las grietas de sus zapatos negros se abren como heridas al tocar el suelo. Allí se suben unas chicas que acaban de salir del instituto. Una de ellas está muerta, pero nadie se lo reprocha gracias a los derechos civiles recientemente conquistados. Cuando ya estoy a punto de dormirme, el autobús da un frenazo dentro de mi cabeza y vuelvo en mí, aunque no abro los ojos. Entonces veo bajar del autobús a la chica muerta en un barrio de las afueras. Son las seis de la tarde, ha comenzado a anochecer y la temperatura ha caído en picado. La chica muerta se desliza por la calle como una sombra, excepto cuando pasa por debajo de un farol que la ilumina brevemente, como un cono de luz a una actriz.
La chica muerta se encuentra con su padre, también muerto, en el portal. Se besan, suben juntos en el ascensor y entran en un piso frío con las luces apagadas. El padre muerto comienza a preparar la cena mientras la chica hace los deberes envuelta en una manta. Sobre las nueve llega la madre, que es la esposa del hombre, y que está viva. Comen los tres bajo la bombilla de bajo consumo de una lámpara sucia comentando el programa de la tele. ¿No te parece injusto, hipócrita lector, mi semejante, mi hermano, que en una cabeza poco más grande que la de un perro quepa tanta pena?

Tú no

Si no hubieras nacido, alguien habría dormido en la cuna que no compraron para ti, alguien se habría sentado en el pupitre que jamás ocupaste en la clase de párvulos y se habría montado en la que no fue tu primera bicicleta. Alguien habría ocupado las mesas de las oficinas en las que no trabajaste y se habría puesto las corbatas que no te regalaron. Alguien se habría fumado los paquetes de Camel o Marlboro que tú no habrías consumido y se habría puesto aquella cazadora marrón, de piel, como de piloto, que tampoco habrías comprado a plazos con tus primeros sueldos. De no haber venido tú a este mundo, otro se habría puesto al volante del coche de segunda mano que nunca condujiste. Alguien habría vivido en el apartamento al que no te mudaste al abandonar la casa de tus padres. Alguien habría preparado espaguetis o tortillas de espárragos en aquella cocina diminuta en la que no habrías podido practicar tus primeros sofritos. Alguien, no tú, habría dormido en aquella habitación y sobre aquella cama cuyo somier sonaba cada vez que te dabas la vuelta para “cambiar la pena de costado” (cortesía de Manuel Alcántara). Alguien se habría enamorado de tu mujer, y ella de él, y se habrían ido a vivir juntos y tendrían hijos que lógicamente no serían los tuyos. Ahora mismo, en esta silla giratoria, estaría sentada una persona diferente a ti, hombre o mujer, ni idea, haciendo Dios sabe qué. Tú no estarías, pero la silla sí, las calles estarían también, y los semáforos, y las moscas en el cristal de las ventanas, y los vencejos en las cornisas de los edificios. Y un día enterrarían o incinerarían a alguien dentro del ataúd en el que habrías sido enterrado o incinerado tú de haber nacido. Nadie te lloraría porque no habrías muerto.

JUAN JOSÉ MILLÁS

sinforosa

Los reyes me trajeron un regalo que me lo entregaron la noche siguiente. El resultado es que tengo nuevos amigos para rato.
Maravillosos en lo suyo. Clásicos atemporales. Oxford.

primeros de año

Restos de maquillaje, radio, nieve, mucha luz, silencio, limpieza.
Dolor de ojos.

derrelicto.

Del lat. derelictus 'abandonado'.
1. m. Mar. Buque u objeto abandonado en el mar.