Es sábado y ha anochecido hace poco. No hace demasiado frío ahí afuera. Tengo puesta una lavadora. Terminé un café con leche escaso y sigo con una infusión. Me pregunto por qué el Barça tiene solo un base puro en su plantilla y prácticamente ninguno impuro. Suenan campanas cuyo tañido no sé descifrar.
El poema contiene un oxímoron de primero de lógica. Pero sí, en ocasiones dan ganas de opacarse.
20-V-2013
Hemos entregado nuestra libertad.Cada uno de nuestros gestos es vigilado;
cada uno de nuestros actos, juzgado.
Muy pronto nuestros pensamientos
serán ofrecidos en sacrificio al verdugo.
Únicamente el que esté dispuesto a permanecer solo,
invisible a las miradas, opaco al mundo,
sobrevivirá para contarlo a los hombres futuros.
Rafael Argullol