Últimamente me he reencontrado con fantásticos prólogos. Este del que
aquí traigo el fragmento inicial es de Marcelo Cohen. Aparece en un libro de
poemas de Pessoa, también traducidos por él. Me ha parecido muy apropiado para
enlazarlo con el siguiente poema.
"Alguien dijo que más que vivir, viajó. Él, que pasó por el
mundo como una ausencia y lo fecundó de más mundos, quería sentir con la
imaginación, porque la idea de actuar lo angustiaba de pereza."
Siervo sin dolor de un desolado designio,
de nada creas o descreas mucho.
Lo mismo da que pienses o no pienses.
Todo es irreal, anónimo y fortuito.
No tengas curiosidad del vasto mundo.
Es mucho menos ancho que hondo.
Y lo que no sabes no lo sabrás nunca
y eso es lo más real y profundo.
Trueca por vino el amor que no tendrás.
Lo que esperas lo esperarás por siempre.
Lo que bebes, te lo bebes. Mira las rosas.
Muerto, ¿qué rosas olerás?
Viendo el tumulto inconsciente en que anda
la humanidad de un lado a otro,
¿No te entran ganas de dormir?
¿No te crece el desprecio al que manda?
Dos veces al año, dicen los que saben,
en Nishapor, donde a mí me cabe el mundo,
florecen las rosas. ¡Esté yo sepulto
y el doble florecimiento no se acabe!
Trae el vino, que el vino, dicen, es,
lo que alegra el alma, y en perfecta fe lleva
la sangre de un Dios al cuerpo y el alma.
Pero sea como fuere, bebe sin ser.
Pisoteando los campos que el trabajo labra
con sus caballos imperiales, pasa el César
por aquí. Muerto él, más tarde, renace
la hierba y por los campos se propaga.
Goza el Sultán de amor en cantidad.
Goza el Visir de amor en calidad.
Yo no gozo amor ninguno. Dénme vino.
Y gozo de ser nada en libertad.
de nada creas o descreas mucho.
Lo mismo da que pienses o no pienses.
Todo es irreal, anónimo y fortuito.
No tengas curiosidad del vasto mundo.
Es mucho menos ancho que hondo.
Y lo que no sabes no lo sabrás nunca
y eso es lo más real y profundo.
Trueca por vino el amor que no tendrás.
Lo que esperas lo esperarás por siempre.
Lo que bebes, te lo bebes. Mira las rosas.
Muerto, ¿qué rosas olerás?
Viendo el tumulto inconsciente en que anda
la humanidad de un lado a otro,
¿No te entran ganas de dormir?
¿No te crece el desprecio al que manda?
Dos veces al año, dicen los que saben,
en Nishapor, donde a mí me cabe el mundo,
florecen las rosas. ¡Esté yo sepulto
y el doble florecimiento no se acabe!
Trae el vino, que el vino, dicen, es,
lo que alegra el alma, y en perfecta fe lleva
la sangre de un Dios al cuerpo y el alma.
Pero sea como fuere, bebe sin ser.
Pisoteando los campos que el trabajo labra
con sus caballos imperiales, pasa el César
por aquí. Muerto él, más tarde, renace
la hierba y por los campos se propaga.
Goza el Sultán de amor en cantidad.
Goza el Visir de amor en calidad.
Yo no gozo amor ninguno. Dénme vino.
Y gozo de ser nada en libertad.
Fernando
Pessoa. Traducción de Marcelo Cohen.
Y aquí tenemos el original en el bello idioma suyo. Es de
1932, tres años antes de su muerte
Servo sem dor de um
desolado intuito,
De nada creias ou descreias muito.
O mesmo faz que penses ou não penses.
Tudo é irreal, anónimo e fortuito.
Não sejas curioso do amplo mundo.
Ele é menos extenso do que fundo.
E o que não sabes nem saberás nunca
É isso o mais real e o mais profundo.
Troca por vinho o amor que não terás.
O que esperas, perene o esperarás.
O que bebes, tu bebes. Olha as rosas.
Morto, que rosas é que cheirarás?
Vendo o tumulto
inconsciente em que anda
A humanidade de uma a outra banda,
Não te nasce a vontade de dormir?
Não te cresce o desprezo de quem manda?
Duas vezes no ano,
diz quem sabe,
Em Nishapor, onde me o mundo cabe,
Florem as rosas. Sobre mim sepulto
Essa dupla anuidade não acabe!
Traze o vinho, que o
vinho, dizem, é
O que alegra a alma e o que, em perfeita fé,
Traz o sangue de um Deus ao corpo e à alma.
Mas, seja como for, bebe e não sê.
Com seus cavalos imperiais calcando
Os campos que o labor esteve lavrando,
Passa o César de aqui. Mais tarde, morto,
Renasce a erva, nos campos alastrando.
Goza o Sultão de amor em quantidade.
Goza o Vizir amor em qualidade.
Não gozo amor nenhum. Tragam-me vinho
E gozo de ser nada em liberdade.