Ver sonreír a Brian es creer en la bondad o en la belleza o en los milagros o en la esperanza o en todo junto. Por encima de sus pequeños ojos tristes y su ceño fruncido asoma el niño divirtiéndose con su mejor juguete: la música.
Lleva una banda magnífica y joven, que es lo que él es. Y de la corista ni hablamos.
He was twenty three...
He was twenty three...
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