nocturnas aves ciegas

II

Nocturnas aves ciegas, muere
algún jarrón con rosas de crespón,
subes por el grito y desciendo
al cementerio de tus ojos cerrados,
marfiles diluidos, nenúfares
borrachos de río antiguo, subes
por el grito y desciendo muerto,
en una burbuja de viento destilado,
abiertas torres y un ánfora romana,
oleajes de aceite contra el acantilado,
prohibido mundo, prohibida noche,
subes por el grito y desciendo
al cementerio de tus ojos cerrados
los abres, cuelgas la risa del aire
y quedas como un Watteau perdido
mitad souvenir hectacrom
mitad pecado.

Manuel Vázquez Montalbán

Aquí tenemos el más famoso de los Watteau, no perdido, pues. Y aquí, el mundo hectacrom.

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