Qué bien que lo describe Carlos:
LA VISITA
Después de muchos años sin escribir ninguno, ayer logré acabar otro poema. Sería más preciso el haber dicho después de muchos años sin suceder ninguno. Los poemas suceden, nos ocurren, los versos acontecen cuando quieren, sólo siguen la ley de su capricho. Los echaba de menos: eso es cierto. Me decía: Vendrán cuando piensen que a ti ya no te importan. Se cansarán de otro, ten paciencia. Pero a pesar de conocer la lógica, sin lógica ninguna, de aquello que solemos llamar inspiración, vivir sin las visitas casuales de un poema representa una forma malsana de vivir. El caso es que mandé el poema a unos amigos. Sin corregir apenas, y sin la obligatoria frialdad sentimental. Me entenderéis mejor los despechados. Aquellos que no saben vivir sin las palabras. Quería subrayar que aún estoy vivo. Qué extraña maldición: cada poema aspira a ser el último que escribas.
Carlos Marzal
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