en el auto de papá

A veces sucede que en un poema que no me gusta hay partes integrantes que me encantan. Este es el caso. El poema entero lo tenéis aquí; es de Benjamín Prado. Y lo que me interesa es esto:

Mi padre conducía siempre coches usados.
Los domingos, casi de madrugada,
cruzábamos despacio la ciudad: calles frías,
letreros encendidos, casas oscuras.
(...)
Mi padre buscaba estaciones de radio.
Yo veía las torres de la luz, el cielo
extraño de las fábricas. 

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