diversas ignorancias

Hablábamos de los bachilleratos, de cuándo dejamos de tener formación académica en letras porque escogimos ciencias puras, del preu, de la reválida y del BUP posterior. A veces añoro no haber conocido el preu, el bachillerato anterior al mío. Añoranza de vejez, de poso. Viene todo esto a colación de mi inmensa incultura en asuntos de letras, desde historia hasta literatura, pasando por el arte y todo lo que se tercie. Puedo decir que soy autodidacta, con todo lo bueno y lo malo que ello conlleva. En casa tampoco había mucho de donde coger, y parte de lo que había no era apto para un imberbe de ciencias -Dostoievski y su Príncipe idiota por ejemplo-. Así que cuando en ocasiones caigo en un autor como el que hoy me ocupa, me viene todo esto que cuento a la cabeza. De este señor no he oído hablar en mi vida, y tiene apuntes en su biografía de la wiki tan jugososos como los que siguen -subrayo y pongo en cursiva algunas joyas que me parecen de elevados quilates-:

Manuel del Palacio y Simó (Lérida, 24 de diciembre de 18311 - Madrid, 5 de junio de1906), periodista y poeta satírico español.
Su infancia fue soriana; en Valladolid se graduó de bachiller y luego pasó a Galicia, residiendo en Pontevedra y La Coruña y finalmente en Madrid; en esta ciudad se aficionó a la poesía y al establecerse en Granada esa afición se le volvió una pasión irremediable; allí tuvo su primera y desgraciada relación amorosa y en esa época falleció su padre; volvió a Madrid, donde vivió como empleado público, redactor de varios periódicos y arreglista de zarzuelas.2

Fue un poeta muy popular en su época, de hábil versificación y tono festivo, y está considerado como uno de los grandes poetas burlones y satíricos del siglo XIX.
Fue desterrado a Puerto Rico en 1867 a causa de sus sátiras políticas, entonces liberales. Entró después en la carrera diplomática y desempeñó puestos en Florencia y en Uruguay; fue jefe de sección del Archivo y biblioteca del Ministerio de Estado y Presidente de la sección de Literatura del Ateneo de Madrid. Posteriormente se hizo conservador. Fue nombrado académico de la Lengua Española en 1892. Cuando Clarín dijo que sólo había en España dos poetas y medio (Ramón de Campoamor, Gaspar Núñez de Arce y Palacio), le replicó con el folleto Clarín entre dos platos, 1889.

Obras:

Verso:


Cabezas y calabazas: retratos al vuelo de las notabilidades en política, en armas, en literatura, en artes, en toreo y en los demás ramos del saber y de la brutalidad humana (1863). Cabezas y calabazas: retratos al vuelo de las notabilidades en política, en armas, en literatura, en artes, en toreo y en los demás ramos del saber y de la brutalidad humana: seguidos de varios cuadros de costumbres más o menos políticas, y pintados al fresco.

Ya no hay biografías así, obvio. Al pájaro lo descubrí porque me 
prestaron esta otra joya -fotografías del anverso y reverso-, impagable, y en ella lo hallé.



Del poema suyo que hoy traigo he de decir que me encantan los últimos tres versos, finísimos.

Amor Oculto

Ya de mi amor la confesión sincera
Oyeron tus calladas celosías,
Y fue testigo de las ansias mías
La luna, de los tristes compañera.


Tu nombre dice el ave placentera
A quien visito yo todos los días,
Y alegran mis soñadas alegrías
El valle, el monte, la comarca entera.


Sólo tú mi secreto no conoces,
Por más que el alma con latido ardiente, 
Sin yo quererlo, te lo diga a voces;


Y acaso has de ignorarlo eternamente, 
Como las ondas de la mar veloces
La ofrenda ignoran que les da la fuente.

Manuel del Palacio


Finalmente sólo quiero añadir una cosa: gracias por el regalo que supone el préstamo, impagable, ya digo. Y gracias por las conversaciones de bachilleres, reválidas, Jorge Juanes, allitterazione...

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