Nacido en Dzerzhinsk con el nombre de Eduard Veniaminovich Savenko, adoptó el apellido Limónov como nom de plume
casi en la adolescencia. El poeta de vanguardia se exilió de la Unión
Soviética en 1974. Alguna vez relató que aquella salida fue forzada y
que se debió a su negativa a convertirse en un soplón para el KGB. Así,
Limónov terminó por llegar a Nueva York, donde se hizo un habitual del
legendario club punk CBGB, en el que conoció a los Ramones. De aquella
época, que le marcó profundamente, es su novela más conocida de las
cuatro traducidas al castellano, Soy yo, Édichka (Marbot Ediciones).
El obituario es de traca. Porque, claro, cómo se hace una necrológica de un tipo de este pelaje. Quizás el mejor obituario sea el tema de Pablo, que coge la idea del personaje, ese de a los poetas rusos les gustan los negrazos -sic-.
Qué recuerdos de aquellos días que ahora quedan como en un Technicolor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario