did I dream you dreamed about me?

No dejo la versión de estudio porque adonde quiero ir es al directo, a él y su guitarra, a su presencia magnífica.
Respecto al tema y su coautoría, aquí hay para ir tirando.



Long afloat on shipless oceans
I did all my best to smile
'Til your singing eyes and fingers
Drew me loving to your isle
And you sang
Sail to me
Sail to me
Let me enfold you
Here I am
Here I am
Waiting to hold you
Did I dream you dreamed about me?
Were you hare when I was fox?
Now my foolish boat is leaning
Broken lovelorn on your rocks,
For you sing, "Touch me not, touch me not, come back tomorrow:
O my heart, O my heart shies from the sorrow"
I am puzzled as the newborn child
I am troubled at the tide:
Should I stand amid the breakers?
Should I lie with Death my bride?
Hear me sing, "Swim to me, Swim to me, Let me enfold you:
Here I am, Here I am, Waiting to hold you"

curator

Peca de hipertrofia para mi gusto, y no solo para el mío. Pero tiene algo que me parece imprescindible en estos casos: ma hace sentir muy incómodo en ocasiones, como si fuera conmigo el asunto, y al tiempo bato en carcajadas en mitad de la noche.
Me gusta mucho él y la periodista, una tipa de una sexualidad inquietante -la escena en su (her) casa es desternillante-. Y me gusta el uso de los colores y la luz. De las fiestas, ni hablo. Por momentos, entre muchos otros -hasta Pulp fiction-, ecos de La gran...

 

¿por qué coges flores?

Finos,  tanto como mínimo como la vez anterior:

Sister Agatha Ah, the beast revealed, ravenous for blood and stinking of grave dirt, the sophisticated gentleman nothing more than a veneer.
Dracula The sophistication of a gentleman, Agatha, is always a veneer.

Sister Agatha You can't control yourself in the presence of blood. It's not just sustenance, it's an addiction.
[Dracula just smiles] 
Sister Agatha You're smiling.
Dracula After 400 years, it's nice to be understood.

Sister Agatha You went to the dining room. You don't eat food.
Dracula I enjoy company, and I like people.
Sister Agatha Then why do you kill them?
Dracula Why do you pick flowers?

Obviamente disfruto enormemente viendo a estos dos animalicos juntos. Y, obviamente también, a ella la adoro.

algo personal

No la frecuentaba hace mucho. Anoche caí en ella como si fuera la primera vez. Y hoy sigo.
Me encantan los arreglos de aquellos discos, magníficos. La versión en directo, pese a la baja calidad, da gusto: aproximación al jazz.


rock and order

El niño tiene de todo en su biografía, claro, escándalos económicos en política incluídos. Pero, ¿a quién le importa la vida privada de las estrellas de rock?
Judío, por supuesto.



Jewish doctor?

BETH: I don’t know. I suppose this doctor he's seeing.
GRANDMOTHER: What sort of doctor... would make that decision for you?
BETH: A psychiatrist.
GRANDMOTHER: I thought we were all finished with that.
BETH: No...
GRANDMOTHER: What's his name?
BETH: Berger.
GRANDMOTHER: Jewish doctor?
BETH: I dunno, I suppose he's Jewish. Maybe just German.

Igual algo judío sí es...

De aquí, esto:

Hirsch is, after all, one of the very few actors who slips effortlessly from TV series to Broadway to feature films and back again, racking up awards and favorable reviews wherever he performs.

El -monumento de- guion completo está aquí.

 

Pienso que el hecho de que su padre hubiera muerto poco antes de rodar le debió de servir. Servir para el enfado, para la ira y para con Donald, para esa escena final en las escaleras de casa. Y por fin su mamá lo besó:

limitaciones evidentes de este propósito

 “Interrogar lo que tanto parece ir de suyo que ya hemos olvidado su origen. Volver a encontrar algo de la sorpresa que podían experimentar Jules Verne o sus lectores frente a un aparato capaz de reproducir y de transportar los sonidos. Porque esa sorpresa existió, y miles de otras, y son ellas las que nos han modelado.”
Tentativa de agotar un lugar parisino es apenas una larga lista, por momentos intencionada, de lo que se ve desde distintos lugares de la Place St. Sulpice de París; nuevamente una acumulación de nombres, objetos y situaciones que constituyen la rutina de dos días y medio de vida cotidiana. Lo que ocurre es, como dice el texto, lo que pasa cuando no pasa nada. Lo que se nombra es lo que se ve, y lo que se ve nos lleva, por momentos, a lo que se podría imaginar o se imagina. Hecha esta prevención —que bien puede servir para ahorrarles la lectura a quienes busquen en el texto metafísica y drama, sexo y violencia—, considero que Tentativa de agotar un lugar parisino es también un breve ensayo sobre la percepción a partir de los datos que ofrece el entorno de un barrio más o menos céntrico y la forma de aprehenderlos. Ni más ni menos; ni tanto ni tan poco. 

Lo de arriba, de la introducción de Jorge Fondebrider que se puede encontrar aquí. Como me gusta más la traducción de Maurici Pla en el maravilloso ejemplar de la Editorial Gustavo Gili, y como no tengo ganas de copiar -en la red no lo encuentro-, dejo unas fotos un tanto rudimentarias de dos pasajes excelsos a mi entender:


Por cierto, que se me olvidaba: la biografía y el árbol genealógico de Georges, a la altura, que era muchísima.

sometimes you just want

Sarah:
- It's lovely, but it's not enough. Sometimes you just want a cock. Sometimes you just want a cock, Charlie, ok?

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Bueno, pues terminé la segunda vuelta. Muy brillante. Aquí dejo una reseña. Por cierto, no sabía qué podía significar teabag. También espectacular hacer de ello un verbo.

Si alguien se pregunta acerca del porqué del título, pues aquí tienen el trastorno con su variedad pura O. Se puede tirar del hilo para aburrir.

La banda sonora, acertadísma y fina, está aquí. El responsable de la fotografía de la segunda mitad de la serie es este tipo.

Por cierto, que se me olvidaba: me encanta la psicóloga. Viene de hincharse en el teatro, claro. Con dos microapariciones le basta:
- I'm sorry. I can't give you that.

pasaste por nos

De todos los que se van yendo, de los que ya se fueron y de los que quedan, probablemte ninguno me pone tan en el punto de mira en su ausencia como Luis Eduardo.
Qué bien pensado lo tuyo, Luis, lo de plegar velas justo en estas. Para qué añadir este último tramo, dislate que nos faltaba.
[Pedro es un marciano que se ha colado de rondón entre nosotros. Entiendo cómo se puede gestar su condición alienígena porque llevo años frecuentando su nido original y de allí, cuando surge, surge el off world. Si no, de qué.]


so long you pretty thing

Tres escenas quedan enhebradas con el temita de marras...


If you feel lonely
And the world's against you
Take the long way home
Past the scary Jesus
And you'll find my door
With your name in diamonds
And you'll feel lonely
No more
Help me, Lord
Help me, Jesus
'Cause I'm lonely and tired
Help me, Lord
It ain't easy
'Cause I'm living with the blind
I got no reason to believe in anything
Help me, Lord
Help me, Jesus
'Cause I'm hurting inside
Help me, Lord
It ain't easy
'Cause I'm living a lie
And God I'm hoping for a reason to be here
Help me, Lord
Help me, Father
'Cause I'm losing my mind
Help me, Lord
It's getting harder
'Cause I'm losing all the time
I got no reason to be living anymore
Help me, Lord
Help me, Father
'Cause I wasted all my time
Help me, Lord
It's getting harder
'Cause I've made a mess of mine
And God I'm hoping for the reason to be clear
So long, you pretty thing
God save your little soul
The music that you played so hard
Ain't on your radio
And all your dreams of diamond rings
And all that rock 'n roll could bring you
Sail on, so long!



maderos reconocibles

Me gustan los colores que usan, el tono. También me gusta mucho el casting y la tan acertada elección de ella. Tiene algo, claramente, la criatura. Y me encanta el pelirrojo, el animal del pelirrojo. Las escenas con la menopáusica de su jefa, como le dice Marnie, son maravillosas.
Puestos a aferrarse a un madero en medio del naufragio, el mejor madero que uno estima es aquel reconocible como un igual. Por eso la criatura se refugia en el animal, porque se leen mutuamente. From the beginning.
Se me hizo muy corta. Me gustó mucho y lo pasé muy mal.



cómo diferenciar

Yo llevaba ya un buen rato pensando justo en eso cuando por fin lo enunció:

How do I know what's OCD and what's me being horny?

debunks

Voy por la segunda vuelta y anoche terminé la primera temporada. Ya no me río a carcajadas como la primera vez que la vi. Es una disfrute más sosegado. Es impagable. 

el origen de la danza

En El origen de la danza, de Pascal Quignard, se lee:

EL CREPÚSCULO

1. In re crepera

El sol mismo es como un crepúsculo. La edad avanza, aun si pertenece al cielo, y se mezcla con el tiempo, aun si este último es el que los hombres comparten en la Historia. Ahora se trata de vivir en la cosa oscura. Vivir en la cosa oscura, vivere in re crepera, significaba, en latín, hallarse en una situación crítica. Una situación de vida o muerte. Encontrarse en el instante del último alerta, lo que se decía aún más sencillamente en latín arcaico: enfrentar el creper que hay en el crepúsculo.
Coexistir, a partir de la situación peligrosa, con el momento último, tal es el movimiento, en ciertos aspectos milagroso, que anima la vejez.
Yo estaba en la boca del lobo del origen. Vivía en el crepúsculo. La
vuelvo a ver, cuando era muy joven, cuando me dejaba, cuando ella debía volver a su casa, era al caer la noche. Era todas las tardes. Eran todas las tardes. Ella estaba siempre al borde de la ira. Temblaba de ira, el impermeable apretado contra sus senos.
Después desaparecía.
Perdida, una vez completamente perdida, entonces ella se volvía
soportable.

**********************************

La ménade le declara a su joven compañera: "Apóyate en el tirso de pino, enrolla la hiedra sobre tu cara, ponte en los hombros la piel desollada del animal más genital que se pueda encontrar, la piel del ciervo, la piel del toro, la piel del burro, vuélvete loca, entra en trance, entrégate al punto ciego de la humanidad que es una embriaguez indeciblemente cruel. Derrámate en la noche opaca que las lenguas proyectan en sus bases desde el instante en que pretenden iluminar el mundo. Alcanza la rapiña originaria. Ponte de rodillas, ponte boca abajo y lame directamente el ensangrentamiento que está en el corazón de cada sociedad y que tu cuerpo también reproduce con sangre".



tirso

Del lat. thyrsus, y este del gr. θύρσος thýrsos.
1. m. Vara adornada con hojas de hiedra y parra y rematada con una piña en la puntaque solía llevar como cetro la figura de Baco y se usaba en las fiestas dedicadas a este dios.
2. m. Bot. Panoja de forma aovadacomo la de la vid y la lila.
3. m. desus. Tallo o cogollo.
panoja
Del lat. vulg. panucŭla 'mazorca', y este del lat. panicŭla, dim. de panus 'mazorca de hilo'.
1. f. Mazorca del maízdel panizo o del mijo.
2. f. Racimo de uvas o de otra fruta.
3. f. Conjunto de tres o más boquerones u otros pescados pequeñosque se fríen pegados por lascolas.
4. f. Bot. Conjunto de espigassimples o compuestasque nacen de un
eje o pedúnculo comúncomo en la grama y en la avena.
ménade

Del lat. maenas, -ădis, y este del gr. μαινάς, -άδος mainás, -ádos; propiamente 'enajenada, enloquecida'.
1. f. Cada una de las sacerdotisas de Baco queen la celebración de
los misteriosdaban muestras de frenesí.
2. f. Mujer descompuesta y frenética.
Hay más sobre las ménades aquí, por ejemplo.
Que Pascal haya pasado por etapas de autismo no me extraña. Poco me parece leyendo sus textos, sus declaraciones, su biografía.
A todo esto, gracias, amor.

microgramas

pogromo

Del ruso pogrom 'devastación, destrucción'.

1. m. Masacreaceptada o promovida por el poderde judíos ypor ext., de otros grupos étnicos.


mansarda

Del fr. mansarde, y este de F. Mansart, 1598-1666, arquitecto francés que generalizó su uso y a quien se le atribuye erróneamente la invención.
1. f. buhardilla.


cuentahílos

1. m. Especie de microscopio que sirve para contar el número de hilos que entran en parte determinada de un tejido.

ajimez

Del ár. hisp. šamís.
1. m. Ventana arqueadadividida en el centro por una columna.
2. m. Saledizo o balcón saliente hecho de madera y con celosías.


fantasmagoría

Del fr. fantasmagorie.
1. f. Arte de representar figuras por medio de una ilusión óptica.
2. f. Ilusión de los sentidos o figuración vana de la inteligencia,
desprovista de todo fundamento.

terminé sospechando que éramos sobre todo sensibles a la protección de los escaparates iluminados

A propósito del otro día y otros cielos: El artículo completo de Zita está aquí. Dejo unos extractos:

En el relato de Julio Cortázar “El otro cielo” (Todos los fuegos el fuego, 1966) nos encontramos simultáneamente con dos ciudades (París y Buenos Aires) en tiempos también distintos (segunda mitad del XIX y primera mitad del XX, respectivamente). Esta bi-localización funciona como punto de partida para el desdoblamiento del yo protagonista: la capital argentina es la ciudad de la convención y el deber, mientras que la francesa es el espacio del deseo de ser otro, el espacio de la otredad. Son las galerías de ambas metrópolis, a las que inconscientemente llega siempre el personaje, fiel al ritual del flâneur, las que se alzan como puerta de acceso a cada uno de los espacios urbanos. Éstos, caracterizados a través de un juego de oposiciones, subrayan la presencia del motivo del doble en el texto.

Lo curioso de este texto, efectivamente, es que el personaje viola toda lógica espacio-temporal al transitar libremente entre dos metrópolis bien lejanas, el Buenos Aires de, aproximadamente, la tercera y cuarta décadas del siglo XX y el París de en torno a 1868.

Los pasajes, por lo tanto, funcionan como “el túnel en lo temporal, que permite poner en contacto e incluso facilitar la comunicación de las realidades distintas”

Como el poeta, el extrañado, el que es consciente de su lateralidad y goza de ese “sentimiento de no estar del todo en cualquiera de las estructuras, de las telas que arma la vida y en las que somos a la vez araña y mosca” 

La dislocación es tan sencilla que “empujando apenas con el hombro cualquier rincón del aire” (147) una ciudad se trastoca en otra, y así “el esquema de la narración participa de la singular estructura del laberinto” (Pizarnik 1969: 56). La ciudad de París, más concretamente el Barrio de la Ópera, se convierte en alojamiento de un nuevo flâneur que gusta de la “deriva placentera del ciudadano que se deja llevar por sus preferencias callejeras” (147), que disfruta de las “horas del explorador” 

El soñador teme abandonarse indivisiblemente a su íntimo llamamiento [...]. Baste mencionar el desdoblamiento de sí o la certidumbre (y el terror) de ser dos, o el miedo a perder la identidad, o el desconsuelo ulterior a la proyección de criaturas psíquicas maravillosas en el mundo real. (Pizarnik 1969: 57-58)

[...] el narrador y personaje viaja de un lugar a otro porque en Buenos Aires no puede ser el que es en los pasajes de París. Allí, bajo los falsos cielos de las galerías, construye un nido donde alcanzar sus anhelos. Puede decirse, por lo tanto, que en El otro cielo el espacio urbano funciona como metáfora del deseo de ser otro. Y aquí es donde puedo retomar la vinculación con Baudelaire y el flâneur. En el poema en prosa Las multitudes se lee: 
No todos pueden darse un baño de multitudes: gozar de la muchedumbre es un arte; y sólo puede darse un festín de vitalidad, a expensas del género humano, aquél a quien un hada insufló en su cuna el gusto por el disfraz y la máscara, el odio al domicilio, y la pasión al viaje. [...] El poeta goza del incomparable privilegio de poder ser, a su guisa, él mismo y otro. (Baudelaire 2005a: 66) El paseante, una hormiga más en el rebaño de la multitud, se despoja de su unicidad y encuentra la posibilidad de ser cualquier otro, que es precisamente lo que persigue el yo de Buenos Aires. Esa “patria secreta” (147) de los pasajes, a pesar de corresponderse con lugares localizables en un mapa real, puede entenderse, usando términos psicoanalíticos, como el espacio de los deseos reprimidos. Es su espacio, de ahí el empleo de posesivos para referirse a él. Allí, y sólo allí, puede ser diferente. En cuanto vuelve a Argentina, los rituales sociales y políticamente correctos son retomados.

Para empezar, lógicamente, hay que pensar en la naturaleza propia de los pasajes y las galerías, es decir, lugares separados, aislados, dentro de la metrópoli. Tan distintos, de hecho, que tienen su propio cielo, un cielo “de claraboyas”, “de vidrios sucios y estucos” (148-149). Así, esta patria personal se cimenta como espacio cerrado al estar arquitectónicamente protegida del exterior. De hecho, el personaje señala cómo ese territorio de falsos cielos es más atractivo que el espacio indefenso ante “la insolencia de las calles abiertas” (148). Buenos Aires es el espacio de los cielos altos, mientras que París es el de los cielos próximos. Del mismo modo que los techos de los pasajes protegen de la lluvia, del frío y de la nieve, aquí suponen también una protección frente a los deberes laborales, maritales y morales. Y me remito a las palabras del narrador, que habla de un “mundo diferente donde no había que pensar en Irma [la novia] y se podía vivir sin horarios fijos” (155). Es decir, la oposición espacio abierto-espacio cerrado refuerza esa bipolaridad en la forma de ser del personaje: fuera tiene que responder como hijo y como novio formal; dentro puede dar rienda suelta a sus fantasías y deseos frustrados.

A reforzar esa dualidad del personaje contribuye la dicotomía día-noche, o luz natural-luz artificial. Si el espacio abierto es caracterizado por estar sometido a esa mencionada insolencia de las calles abiertas, a “la estupidez del día y del sol ahí fuera” (148), el espacio cerrado, por el contrario, es el de la noche. Allí dentro (o debajo), la luz solar es destronada para dejar sitio a la iluminación de gas y a las velas, o, en palabras de Benjamin, “las sirenas de luz de gas” y las “odaliscas como llamas de aceite” (Benjamin 2007: 866)

“¡Oh noche! ¡Refrescantes tinieblas! ¡Sois para mí la señal de la fiesta interior, sois la liberación de una angustia! En la soledad de las llanuras, en los pedregosos laberintos de una capital, titileo de las estrellas, explosión de las linternas, ¡sois los fuegos artificiales de la diosa libertad!” (Baudelaire 2005a: 88).

Buenos Aires es la ciudad-Irma, la ciudad de las “novias araña” (164) en la que hay que cumplir a rajatabla todos los protocolos de la sociedad. París, por el contrario, es la ciudad-Josiane o la ciudad de la alteridad.

Resulta curioso que esa decisión final coincida con el lanzamiento de la bomba de Hiroshima y la rendición de los alemanes (167), como si lo que el lector hubiera presenciado a lo largo de las páginas del relato hubiera sido una batalla. Y lo cierto es que el personaje no se enfrenta a la elección de una ciudad en la que vivir, sino de un modus vivendi.