Sublime después de todos los Yes sir hasta ese momento: I think I said yes because I didn´t know what else to do. Pero lamentablemente no llega y los últimos veinte minutos son de un suavón irritante. Eso sí, los dos protagonistas, magníficos, y el coro secundario, igual. Ella, de origen judío; él, de Marte.
hipsometría
por una larga pendiente alegremente,
consciente de que mi meta
era al fin hallar la muerte.
Se abrazaron los helechos a mi pecho
obstáculo ligero a lo inminente.
Por si acaso, a mi paso y con los dientes,
iba arrancando setas,
eligiendo cuidadosa
aquellas más venenosas:
las amanitas faloides,
las amanitas virosas.
Varias veces dio mi frente
contra el duro granito jaspeado
disfrazado con verde sombrerito
de musgo floreado
apariencia inocente
que oculta cuarzo, mica y fesdelpato
también perdí un zapato.
Luego, de bruces,
fui a dar en el arroyo
"ploc, ploc, ploc",
alegres montañeros federados
entonaban los aires del Tirol:
"iulereiriu...".
Cegáronme las luces
que pone el sol en lomos de bermejas
humildes pececillos de secano;
la campana del pueblo más cercano
convocaba a las viejas.
Todo el arroyo serrano
se introdujo por mi boca de repente;
colgado de una roca,
un barbo me observaba indiferente.
Recibí la visita del milano,
del buitre carroñero
y su hermano menor don alimoche,
rapaces en sus gustos muy exigentes.
Me aliñaron con exceso
tomillo, salvia y cantueso;
luego en mi se hizo la noche.
Un dominguero cantaba una canción
mientras lavaba el coche.
Antares del Escorpión
me hacía guiños rojizos,
la Polar me reclamaba
a la región de los fríos.
Del fuego del corazón
huía la débil llama,
yo no entendía por qué
dormía en el río aquel
sin camisón ni pijama.
El Tigre del Guadarrama
Silencioso y a paso lento, lento
Se acercó hasta mí
Husmeando el viento
Y bebió de la corriente en mi cama
En reposo, suavemente
Y luego se alejó, con sumo tiento,
Blandas zarpas de algodón en rama
Yo no le vi
Pero sentí su aliento.
viajero a omega
Nacido
Así que esta es su madre.
Esta
pequeña mujer.
Causante de ojos grises.
Barca en la
que años atrás
llegó a la orilla.
De ella se extrajo
al mundo,
a la
no-eternidad.
Procreadora del hombre
con el que
saltaré sobre el fuego.
Así que es ella la única,
la que
no lo cogió
ya listo, completo.
Ella misma lo atrapó
en una piel
que conozco,
lo ató a unos huesos
escondidos ante mí.
Ella misma buscó con sus ojos
los
ojos grises
con los que él me miró.
Así que es ella, su alfa.
¿Por qué
me la mostró?
Nacido.
A pesar de todo, nacido él
también.
Nacido como todos.
Como yo, que moriré.
Hijo de una mujer real.
Llegado de
las profundidades del cuerpo.
Viajero a omega.
Expuesto
a la inexistencia
por
todas partes,
a cada momento.
Y su cabeza
es una cabeza golpeando
contra un muro
que cede hasta cierto momento.
Y sus movimientos
son anulaciones
de
una condena general.
Entendí
que él ya había recorrido
la mitad del camino.
Pero no me lo dijo,
no.
Sólo me dijo
─Es mi madre.
Wislawa Szymborska.
Traducción de: Abel Murcia y Gerardo Beltrán
Born
So this is his mother.
This small woman.
The gray-eyed procreator.
The boat in which, years ago,
he sailed to shore.
The boat from which he stepped
into the world,
into un-eternity.
Genetrix of the man
with whom I leap through fire.
So this is she, the only one
who didn’t take him
finished and complete.
She herself pulled him
into the skin I know,
bound him to the bones
that are hidden from me.
She herself raised
the gray eyes
that he raised to me.
So this is she, his Alpha.
Why has he shown her to me.
Born.
So he was born, too.
Born like everyone else.
Like me, who will die.
The son of an actual woman.
A new arrival from the body’s depths.
A voyager to Omega
Subjed to
his own absence,
on every front,
at any moment.
He hits his head
against a wall
that won’t give way forever.
His movements
dodge and parry
the universal verdict.
I realized
that his journey was already halfway over.
But he didn’t tell me that,
no.
“This is my mother.”
was all he said.
de roces
prender fuego
Algún poema y varios fragmentos de El Ángel:
PRÉNDELE FUEGO
Nunca sabes estar callado
¿Por qué no te paras a pensar de vez en cuando?
Tienes todo el planeta a tu disposición
Lo tienes todo
Préndele fuego.
De EL DESIERTO:
Quiero jardines de rosas negras en los que la luz llene mi cerebro
Para siempre
Quiero flechas apasionadamente envenenadas clavadas en mi pecho.
De ¿UN CHUTE DE HEROÍNA?:
... entre tu oscura ropa interior abandoné definitivamente mi infancia.
Y de Ana Curra respecto al interfecto:
Tus comentarios despectivos por todo currante que mata sus sueños, para ti la mayoría. Con arrogante mirada despreciando la mediocridad.
(…) tu creencia en que el amor podría con la ignominia… recuerdos, recuerdos, recuerdos que siguen doliendo.
deranged
un plato o una vasija
Me encanta esta palabra, su sonoridad y su sigmnificado. Su primera acepción es fantástica.
lambucio, cia
1. adj. coloq. Ven. Dicho de una persona: Que acostumbra comer entre comidas.
2. adj. Ven. Tacaño o avaro en las cosas pequeñas o en pequeñas
cantidades. U. t. c. s.
lambucear
hormigas muriendo de amor bajo la constelación del diente de león
Tomando vino
Me miró, me dio belleza,
y yo la creí mía.
Feliz, me tragué la estrella.
Permití ser pensada
a imagen del reflejo
producido en sus ojos. Bailo, bailo
al compás de repentinas alas.
La mesa es una mesa, el vino, vino
en una copa, que es una copa
y está estando en la mesa.
Y yo soy imaginaria, increíblemente imaginaria,
imaginaria hasta la médula.
Le hablo de lo que quiere, de las hormigas
que mueren de amor
bajo la constelación del diente de león.
Juro que una rosa blanca
salpicada de vino, canta.
Me río, inclino la cabeza
con cuidado, como si comprobara
un invento. Bailo, bailo
en una sorprendida piel, en un abrazo,
que me crea.
La Eva de la costilla, la Venus de la espuma,
la Minerva de la cabeza de Júpiter
eran más reales.
Cuando él no me mira,
busco mi reflejo
en la pared. Y sólo veo
un clavo del que han descolgado un cuadro.
Drinking Wine
He
looked, and gave me beauty,
and I took it as if mine.
Happy, I
swallowed a star.
I allowed myself to be
invented in the
likeness
of the reflection in his eyes.
I am dancing,
dancing
in the flutter of sudden wings.
A table is a
table.
Wine is wine in a glass
that is just a glass and
stands
standing on a table. While
I am imaginary
to the
point of no belief,
imaginary
to the point of blood.
I
am telling him
what he want to hear: ants
dying of love
under
the constellation of the dandelion.
I swear that a white
rose,
sprinkled with wine, sings.
I am laughing, tilting
my
head carefully
as if checking an invention
I am dancing,
dancing
in astonished skin, in
an embrace that creates me.
Eve
from a rib, Venus from sea-foam,
Minerva from Jove's head––
all
were more real than I.
When he stops looking at me
I search
for my reflection
on a wall. I see only
a nail from which a
picture
has been removed
Wislawa Szymborska
Translated from the Polish by Graźyna Drabik and
Sharon Olds
Over
Wine
He glanced, gave me extra charm
and I took it as my own.
Happily I gulped a star.
I let myself be invented,
modelled on my own reflection
in his eyes. I dance, dance, dance
in the stir of sudden wings.
The chair’s a chair, the wine is wine,
in a wineglass that’s the wineglass
standing there by standing there.
Only I’m imaginary,
make-believe beyond belief,
so fictitious that it hurts.
And I tell him tales about
ants that die of love beneath
a dandelion’s constellation.
I swear a white rose will sing
if you sprinkle it with wine.
I laugh and I tilt my head
cautiously, as if to check
whether the invention works.
I dance, dance inside my stunned
skin, in his arms that create me.
Eve from the rib, Venus from foam,
Minerva from Jupiter’s head –
all three were more real than me.
When he isn’t looking at me,
I try to catch my reflection
on the wall. And I see the nail
where a picture used to be.
dicen
EL AMANTE INGENUO Y SENTIMENTAL
En una playa, en una plaza abajo herida por/ la lluviadel Barrio del Pilar, en sus adentros se estremecen los esqueletos de los árboles. Oscuros niños a quienes
viste la lluvia-su lejana madre- juegan a gato y bicicleta
y más allá se abren calles, perspectivas desoladas:
edificios que son ataúdes de insomnio,
bares y más bares abiertos hasta la ahora improbable madrugada.
Me acogerán, es cierto, con sus voces de sol-y-sombra; pero yo
desearía ser dos juntos a la barra. Y para conseguirlo
te ofrezco, si lo quieres, incendios de diamante:
asesinar los grandes almacenes,
apuñalar “SIMAGO” o pintar en el cielo
con letras fluorescentes el perfil de tu sexo,
la cifra de tu cuerpo.
¿No quieres, di, no quieres
asesinar conmigo cualquier noche?
Podrías embarcarte en explosiones tibias
de violeta grandioso, de rojo y rojo
en fuegos que impregnasen la lluvia con color
limpio y claro a cordita; o rebuscar
con gusto inmenso-juntas las puntas de nuestros cuchillos-
en túnel de carne que abriremos
a cualquier vientre que se lo merezca.
Te ofrezco ahora mismo un castillo de muerte
(sin freno, justas, sabias)
y hundirnos en la sangre y en el dolor de otros;
ser ángeles o lobos (que los dos son lo mismo).
Te ofrezco sin esfuerzo un genocidio tierno:
hundir el barrio entero, desecarlo
con fósforo encendido y dibujar
en el humo tu rostro con un lápiz de nafta
por avenidas muertas ya; abrir las compuertas
del espanto, y dejar salir las cobras,
azuzar nuevas bestias por las calles heladas,
y desdoblar Madrid para vestirse
de sangre, entrañas y despojos calientes.
Pero si no te basta
si la muerte de otros no colma tu ansiedad,
y tu sueño presenta aristas al doblarse,
podemos emprender un nuevo viaje.
Hay
otra orilla, dicen, y en el último barco
podemos llegar juntos.
Y buscar y encontrar esos misteriosos
dulces de podredumbre que conoce el gusano;
fundirnos poco a poco con un magma de líquido tejido,
y perder esa cosa que somos
y que llamamos cuerpo.
Unirnos convertidos en muerte, ser la tierra,
sus humores, sus fiemos.
Y acabar en polvo