pero eso es estúpido

Marga Gil en la isla.

Es una tarde de verano. Tú hablas
de que las noches son extrañas en las islas.
Yo pienso de repente
-no sé por qué- en la casa de Marga Gil: la torre
cerca de la autopista y el desorden salvaje
del antiguo jardín abandonado.

Empiezo
a contarte esa historia,
la manera en que aún sigue dentro de mí
y tú dices:
-Como alguien que anda junto a un río y tiene
sobre su piel la sombra de los árboles.

Estamos en el año
1932 y Marga
se enamora de Juan Ramón Jiménez.
Es una chica oscura.
Hay un túnel que une
su corazón y el ruido de los bosques.
Un día entra en la casa.
Un día escribe
ya nada me separa de ti,
salvo la muerte.
Luego, todo se termina.
Casi podemos verlo: 28 de julio;
el cielo es muy azul;
puede que unas palomas se escapen del jardín
al oírse el disparo.

Ahora los dos estamos en silencio.
Tú miras
la playa,
la marea,
el sol rojo lo mismo que una fuente
en donde un asesino se ha lavado las manos.
Yo pienso en Marga Gil.
Pienso en su miedo
de esa forma en que a veces
ves a un hombre que huele una rosa, imaginas
cómo esa rosa crece hacia dentro de ese hombre,
lo invade poco a poco con su aroma
dulce y enfermo.

Mucho tiempo después
yo entro cada mañana en esa casa,
bajo al desván,
me muevo por los cuartos vacíos,
subo a la torre que veré más tarde,
desde un hotel de Nueva York,
un día de lluvia en Buenos Aires,
un verano
en el puerto de Barcelona.

El mundo
es un lugar muy frío.
En el fondo del agua se oye cavar las tumbas.
Hay terrazas sin sueño donde el viento devora
lentamente
los restos de la noche.

Tú y yo lo comprendemos.
Es un viento que viene del mar, un viento
frío
que llena el corazón de pequeños arpones
y de niños ahogados.
Es un viento que dice:
-No se puede salir de una casa vacía.
Todo lo que ha ocurrido alguna vez
ocurre para siempre.

Benjamín Prado

Marga le escribe a Z. esta preciosidad:

“Zenobita... vas a perdonarme... ¡Me he enamorado de Juan Ramón! Y aunque querer... y enamorarse es algo que te ocurre porque sí, sin tener tú la culpa... a mí al menos, pues así me ha pasado... lo he sentido cuando ya era... natural... que si te dedicaras a ir únicamente con personas que no te atraen... quitarías todo peligro... pero eso es estúpido”.

Luego coge una pistola y la aprieta sobre su cabeza. Las fotos que encuentro de ella me trasmiten belleza y desasosiego. Tanta la una como lo otro.
Con lo que queda de su obra -se cargó una enorme parte de la misma poco antes del día de autos- han hecho esta buena página. De resto de la historia, es fácil encontrar. Aquí y aquí, por ejemplo.

western reloaded

Me ha tocado rehacer esta entrada de junio de 2012. Los incrustados de Goear se van de viaje...
No hay mal que por bien, he descubierto versiones nuevas.

Sunny afternoon
Ray Davies, 1966

The tax man's taken all my dough,
And left me in this stately home,
Lazing on a sunny afternoon.
And I can't sail my yacht,
He's taken everything I got,
All I've got's this sunny afternoon.

Save me, save me, save me from this squeeze.
I gotta big fat mama trying to break me.
And I love to live so pleasantly,
Live this life of luxury,
Lazing on a sunny afternoon.
In a summertime
In a summertime
In a summertime

My girlfriend's run off with my car,
And gone back to her ma and pa,
Telling tails of drunkenness and cruelty.
Now I'm sitting here,
Sipping at my ice cold beer,
Lazing on a sunny afternoon.

Help me, help me, help me sail away,
Well give me two good reasons why I oughta stay.
'Cause I love to live so pleasantly,
Live this life of luxury,
Lazing on a sunny afternoon.
In a summertime
In a summertime
In a summertime

Ah, save me, save me, save me from this squeeze.
I gotta big fat mama trying to break me.
And I love to live so pleasantly,
Live this life of luxury,
Lazing on a sunny afternoon.
In a summertime
In a summertime
In a summertime...

Fever

Eddie Cooley and Otis Blackwell

Never know how much I love you
Never know how much I care
When you put your arms around me
I get a fever that's so hard to bare

You give me fever
When you kiss me 
Fever when you hold me tight
Fever
In the mornin'
Fever all through the night

Sun lights up the day time
Moon lights up the night
I light up when you call my name
and you know I'm gonna treat you right

You give me fever
When you kiss me 
Fever when you hold me tight
Fever
In the mornin'
Fever all through the night

Everybody's got the fever
That is somethin' you all know
Fever isn't such a new thing
Fever started long ago

Romeo loved Juliet
Juliet she felt the same
When he put his arms around her
He said Julie baby your my flame

Thou giveth fever
When we kisseth
Fever with thy flaming youth
Fever
I'm a fire
Fever yeah I burn for sooth

Captain Smith and Pocahontas
Had a very mad affair
When her daddy tried to kill him
She said daddy oh don't you dare

He gives me fever
With his kisses 
Fever when he holds me tight
Fever 
I'm his misses
Daddy won't you treat him right

Now you've listened to my story
Here's the point that I have made
Chicks were born to give you fever
Be it fahrenheit or centigrade
They give you fever
When you kiss them 
Fever if you live you learn
Fever
Till you sizzle

But what a lovely way to burn
What a lovely way to burn 
What a lovely way to burn 
What a lovely way to burn


Sunny Afternoon/Kinks by 60s-70s on Grooveshark Sunny Afternoon - (with Space) by Tom Jones on Grooveshark On A Sunny Afternoon by Halie Loren on Grooveshark Fever by Little Willie John on Grooveshark fever by Peggy Lee on Grooveshark Fever by Elvis Presley on Grooveshark

peces

Me llegó de mano amiga esta preciosidad. Me encanta el detalle de las gorras, una hacia delante y la otra hacia atrás. Valga la idea.


acerca de otras formas de expresión poética

Otras formas de poesía. De arriba abajo: la autorización original de 1982, en la pared junto a la que estábamos; el menú que había ese día al mediodía -las fotos están hechas por la noche-, en su corcho tras cristal en la fachada de entrada; el plato con el que acabamos: alcanciles a la plancha con tocino fresco en finas láminas.
El lugar de obligado peregrinaje es este. Dios lo guarde muchos años, como ya apuntaba el Gobernador civil.
Si pueden con buena compañía como hice yo ese día, mejor que mejor.






balada de otoño para enero

Llueve,
detrás de los cristales, llueve y llueve
sobre los chopos medio deshojados,
sobre los pardos tejados,
sobre los campos, llueve.

Pintaron de gris el cielo
y el suelo
se fue abrigando con hojas,
se fue vistiendo de otoño.
La tarde que se adormece
parece
un niño que el viento mece
con su balada en otoño.

Una balada en otoño,
un canto triste de melancolía,
que nace al morir el día.
Una balada en otoño,
a veces como un murmullo,
y a veces como un lamento
y a veces viento.

Llueve,
detrás de los cristales, llueve y llueve
sobre los chopos medio deshojados,
sobre los pardos tejados
sobre los campos, llueve.

Te podría contar
que esta quemándose mi último leño en el hogar,
que soy muy pobre hoy,
que por una sonrisa doy
todo lo que soy,
porque estoy solo
y tengo miedo.

Si tú fueras capaz
de ver los ojos tristes de una lámpara y hablar
con esa porcelana que descubrí ayer
y que por un momento se ha vuelto mujer.

Entonces, olvidando
mi mañana y tu pasado
volverías a mi lado.

Se va la tarde y me deja
la queja
que mañana será vieja
de una balada en otoño.

Llueve,
detrás de los cristales, llueve y llueve
sobre los chopos medio deshojados...





mama Cash

Hoy la volvía a escuchar. Repasaba la discografía completa del grupo y de repente apareció. Tuve que pausar lo que hacía. Luego me vino a la cabeza: me parece recordar que por aquí ya había pasado. La busqué y, efectivamente, había pasado: justo dos años menos seis días. Quizás coincidencia.
Me fui a su biografía de nuevo. Se me quedó grabada como una púa en la piel. Lo de las circunstancias de su muerte es inaudito.
Varias horas después, de vuelta a casa, unas ideas me surgían, como a borbotones:
- La música popular -incluyo aquí al jazz- parece mantener, junto con la poesía, un índice de mortandad prematura no equiparable con otras artes. También de precariedad vital, genéricamente hablando.
- Hay gente que sólo trasmite vinculación a la vida mientras la ves desempeñando su talento artístico, ese mismo que, paradójicamente, los arrastra fuera.
Hoy veía vídeos de Mama Cash y pareciera que sólo ahí podía vivir, cantando sus bellas melodías con esa sensibilidad tan extraña, mezcla de Eva C. y Karen C. con una sobredosis de kilogramos. El sueño de California pasó y al final quedó qué.

Así es que he decidido ampliar aquella entrada con más de lo mismo, con más de ella, de su finura tan prontamente finita.



Y esta última joya que no consigo incrustar pero que la dejo enlazada y aquí abajo:

I Call Your Name by The Mamas & the Papas on Grooveshark

el Madrid de Javier

¡Qué difícil,
volcar mi corazón ahora,
en plena España,
en el corazón
sangrante de Madrid,
cuando las palomas
de la paz y del otoño
vuelan hacia los altos
edificios del futuro
y aquí la primavera
muere sin nacer,
vase sin venir!
¡Qué difícil decir:
vengo de Moscú,
del Asia,
he visto surgir a Samarkanda
con sus altas ermitas
que los años construyeron,
qué difícil
repito, repetirle
a los océanos sus
símbolos marchitos,
y decir luego:
He estado en España
y allí mi corazón sangró
inmediatamente
como si trabara contacto
con el viento que
corta las rosas en invierno!
Pero es cierto.
Esta es Madrid,
este es mi corazón
sangrando,
este es nuestro camino,
y seguiré gritando la
verdad de los
bosques apagados,
la verdad de las rosas
caídas,
la verdad de España
y sus historias.

Javier escribió esto en Madrid, octubre de 1961. Dos años después lo acribillaron... 

crónica y partido de traca

Una joya del periodismo deportivo, de anoche. Qué placer.

Noche de locos en el Calderón

De un partido volcánico, macizo y neurótico, pasado de rosca en muchos momentos, salió airoso el Barcelona, sometido a un choque al que no acostumbra, lleno de chispas, inflamado desde el pitido inicial y resuelto con dos contras y un gol ajeno en propia puerta tras un córner, esa suerte que los azulgrana dominan bien poco. El Barça se impuso por una vía inusual en un encuentro en combustión más propio del Atlético. Hubo incendios por todos los lados, piernas de mármol, broncas y más broncas, reproches y más reproches. De la caldera no sacó provecho el cuadro rojiblanco, que mientras hubo partido, o lo que fuera, se vio por dos veces a un gol de superar la eliminatoria. Luego, tras un tiempo de calentones, ya no le quedó otra que aceptar su suerte. No hubo segundo tramo, el reto se había liquidado en el cuadrilátero del primer tiempo y en su derivada en el túnel de vestuarios, donde Gabi fue expulsado. Tal fue la temperatura del choque que de la crónica de sucesos no se libró ni Ansaldi, que no estaba convocado, pero acabó en comisaría por un incidente policial fuera del estadio. De traca.

La trama pilló a un árbitro superado, tan capaz de ver penaltis donde no había como de pasar por alto los fetén. Tan comprensivo para perdonar patadas flagrantes de Mario Suárez a los tobillos de Messi como inflexible para condenar a La Pulga por desairar al balón con un punterazo. Atiza que atiza la hoguera, no estuvieron a salvo ni los linieres, que lo mismo arrearon sin querer a Jordi Alba con el mástil del banderín que se libraron de un zapatazo de Arda, que, desquiciado en medio de tanta turba arrojó uno de sus botines contra un asistente. Antes, ya había sido expulsado Gabi en el túnel de vestuarios, rumbo al descanso tras otra gresca, esta vez incendiada por Raúl García y Neymar.

A todo esto, cinco goles en un capítulo, alguno propio de este Billy El Niño en que se ha convertido Fernando Torres, al que en esta Copa le ha dado por marcar goles a la velocidad de Bolt, con el cronómetro en frío. Una locura de primer tiempo, un combate silvestre en el que se libraron mil batallas. Con 2-­3 y el Atlético en inferioridad, ya no hubo más partido, solo cabía cruzar los dedos por una tregua que evitara más disgustos para unos u otros. Los técnicos protegieron a Neymar y Arda, que se habían puesto en la diana. Pero no se contuvo Mario Suárez, que a la tercera que cazó a Messi, Jesús Gil, que así se llama el colegiado, le expulsó. Por entonces, el Barça ya se limitaba a evitar zonas de conflicto.

El gol supersónico de Torres al medio minuto anticipó el zafarrancho que se avecinaba. Los centinelas de Simeone no estaban dispuestos a que el tiempo menguara su destino. A toda mecha desde la primera bocanada. Mascherano falló un pase diagonal hacia Messi, Siqueira llegó como una manada y reventó el balón. La pelota, con las costuras pateadas, le llegó al Niño, que se sacudió al propio Mascherano y ajustó el remate a la red. Como en la vuelta anterior en el Bernabéu, otra vez Torres como el mesías rojiblanco. El Barça apenas lograba ni ganar las cuerdas para el refugio. Su adversario metía mecha en cada jugada. Hasta que Messi recibió por primera vez con aire, sacó la cadena a Mario Suárez, combinó con Suárez y el uruguayo adivinó el atajo hacia el gol de Neymar por la vía central. El brasileño, que encima está afilado, no es de los que tiriten con el gol a la vista.

Pese al empate, no se rebajó el cuadro local. En el "cholismo" no se concibe la rendición. Eso es un ultraje, así que al Barça le costó hasta discutir la posesión, su principal credo. Sin migas de Busquets e Iniesta, el conjunto azulgrana cuidaba como podía el rancho a la espera de sus tres tenores de ataque, a los que tenía tiesos Giménez, ese prometedor Godín, ganador de casi todos los asaltos. Enfrente, el Atlético presionaba al toque de corneta de Torres, muy activo, el cordón emocional con la hinchada. Suárez y Gabi apretaban muy alto, con claros a sus espaldas, pero nadie recomendó a Messi claudicar en la banda para ocupar la espalda de los dos medios centros colchoneros, lo que hubiera abierto una fuga considerable en las filas locales. Messi siempre es la mejor salida de urgencia. Colapsado el Barça, al que le anularon un gol a Neymar por un presunto fuera de juego, por un meñique si acaso, el Atlético, a lo suyo, con la vida en juego en cada jugada, encontró la recompensa en un penalti que no lo fue. Acertó Raúl García y de nuevo el equipo estaba a un gol de la cumbre.

Tan tenso y dislocado iba el partido que no había pronóstico posible. La prueba es que desde los tiempos de Altamira los saques de esquina son patrimonio rojiblanco en las dos áreas, mientras que para los azulgrana son puramente accidentales en ataque y un engorro en defensa. Esta vez, hizo bingo. Por supuesto, sin voluntad, porque Miranda se equivocó de portería y dio carrete hacia su red a un cabezazo de Busquets. Otra cima que salvar para el Atlético, que tampoco esta vez sacó bandera blanca. Griezmann tuvo el 3­-2, pero su remate lo desvió Jordi Alba con los codos. Con el francés desgañitado por el evidente penalti y Jordi Alba en estampida hacia la meta de Oblak, el Barça armó una contra con Messi al frente y Neymar cerró el marcador a pase del lateral zurdo azulgrana, que llegó con el turbo. Del posible 3-­2 al 2-­3 instantáneo.

El tumultuoso partido requería un poco de sosiego. Cabía prever que el descanso enfriara el asunto. Pero el encuentro no estaba para templar gaitas. De ida al vestuario se armó la marimorena y Gabi fue expulsado. "Solo le pregunté si lo de Alba no era penalti y expulsión", dijo el capitán, que deslizó que los piques con Neymar obedecían, según él, a la teatralidad. Jesús Gil se tomó a mal las palabras de Gabi, por lo que se vio. Fin de partido y fin de eliminatoria. Y, de paso, el telón para un duelo inflamado como pocos. Una tormenta que tendrá consecuencias tras una noche de locos en el Calderón.

José Sámano, ayer en El País.

the big one

Sobre la canción, aquí hay algo. Sobre el gusto de Everything but... no voy a descubrir nada nuevo ahora. El resto me han parecido también interesantes aproximaciones al big one. Para quien quiera más, versiones hay para aburrir.

No one likes us-I don’t know why
We may not be perfect, but heaven knows we try
But all around, even our old friends put us down
Let’s drop the big one and see what happens
We give them money-but are they grateful?
No, they’re spiteful and they’re hateful
They don’t respect us-so let’s surprise them
We’ll drop the big one and pulverize them
Asia’s crowded and Europe’s too old
Africa is far too hot
And Canada’s too cold
And South America stole our name
Let’s drop the big one
There’ll be no one left to blame us
We’ll save Australia
Don’t wanna hurt no kangaroo
We’ll build an All American amusement park there
They got surfin’, too
Boom goes London and boom Paree
More room for you and more room for me
And every city the whole world round
Will just be another American town
Oh, how peaceful it will be
We’ll set everybody free
You’ll wear a Japanese kimono
And there’ll be Italian shoes for me
They all hate us anyhow
So let’s drop the big one now
Let’s drop the big one now







Political Science by Randy Newman on Grooveshark

no nose club

De aquí:



Y aquí:



We don’t know much about her. We don’t even know her name. What we do know is that the woman who wore the above prosthetic lost her nose in the middle of the 19th century due to a raging case of syphilis.

Y hasta aquí, en una primorosa serie de diez capítulos que me hipnotiza tanto como me despierta la insaciable curiosidad.
El camino, claro, puede ser recorrido al revés, que es en realidad como yo lo hice.



Si queréis más sobre rinoplastias, monogamias y sífilis, aquí tenéis otros primores.

monumentalidad

La biografía de Aleksandr, otra maravilla que desconocía. Ha habido momentos leyéndola que me tronchaba. Murió relativamente joven: la hipocondría llevada al rigor es lo que tiene.
La de Alexis tampoco es manca, aunque carece de los matices tan ricos que presenta el ruso. Cruzar del XIX al XX rodeado de quien lo hizo supone un bagaje de categoría difícilmente igualable.
Alexis está aquí, enlazado, ya que el vídeo no tiene autorización para incrustarse -sí tiene una excelente calidad: 720p-. Parece ser, dice alguien que debe entender, que el tipo hace una versión demasiado libre de la partitura original. Viendo las fotos del búlgaro de nacimiento, no me extraña.
Yo la descubrí por un bis que el otro día este señor se calzó a sus 82, después de hacerse entera la de Sergei R. de las variaciones sobre un tema de Paganini y unas cuantas más en el Monumental de Madrid. Algo tendrá que ver Emma en esto: magnífica su alusión a la entrevista feminista.








Hay quien se pregunta si el ruso hacía un guiño al nocturno de Chopin con la nomenclatura. Ahí va también, por si acaso.



Para acabar, a modo de guiño, de aquí a Grieg hay un paso. Y a los finlandeses lanzando cócteles Mólotov a los rusos en la Guerra de invierno, y por tanto dándole nombre al  cóctel, otro. Ya Sibelius se adelantó a finales del XIX y vino a decirlo: Carelia. Demasiado cerca su istmo de San Petersburgo.

el bazo: ese órgano

esplín.
(Del ingl. spleen, bazo, hipocondría).
1. m. Melancolía, tedio de la vida.

hipocondría.
(De hipocondrio).
1. f. Med. Afección caracterizada por una gran sensibilidad del sistema nervioso con tristeza habitual y preocupación constante y angustiosa por la salud.

lunes de luz

Frío y un cielo limpio. Café con leche y pantalla de ordenador. 1735.  Allegro, Adagio y Allegro:

Vladimir

No dejo de fascinarme por la estética de este personal, acentuada aquí por el contraste con la música.
Parece ser que la pieza no es realmente de Caccini (s. XVI), sino de un ruso del XX que le daba por quedar en la sombra y en la pobreza: Vladimir Vavilov. Perplejo me quedo.

pastor

Los primeros diez minutos, de antología.

don Joaquín

Una de las primeras letras de canción que me aprendí de memoria. Tardío fui.
Y la siguiente, una de las que más me gustan. Novela negra cheli.

Huyendo del frío busqué en las rebajas de enero
Y hallé una morena bajita que no estaba mal,
Cansada de tanto esperar el amor verdadero
Le dio por poner un anuncio en la prensa local.
"absténganse brutos y obsesos en busca de orgasmo",
No soy dado a tales excesos, así que escribí,
"te puedo dar todo -añadía- excepto entusiasmo",
Nos vimos tres veces, la cuarta se vino a dormir.
Apenas llegó
Se instaló para siempre en mi vida.
No hay nada mejor
Que encontrar un amor a medida.
Como otras parejas tuvimos historias de celos,
Historias de gritos y besos, de azúcar y sal,
Un piso en atocha no queda tan cerca del cielo
Y yo, la verdad, nunca he sido un amante ideal.
Y contra pronóstico han ido pasando los años,
Tenemos estufa, dos gatos y tele en color,
Si dos no se engañan, mal pueden tener desengaños...
Emociones fuertes? buscadlas en otra canción.
Apenas llegó
Se instaló para siempre en mi vida,
No hay nada mejor
Que encontrar un amor a medida.

***********

Me adelantó un talón de setecientas,
más gastos, sin contar otras quinientas
en fichas del casino.
Mi último tren llegaba con retraso,
así que decidí aceptar el caso
de la rubia platino.

Yo era un huele-braguetas sin licencia,
quemado en la secreta por tenencia,
extorsión y líos de faldas.
Estaba, como buen ex-policía
a sueldo de un pez gordo que sabía
cubrirse las espaldas.

Ninguna zorra vale ese dinero,
pensé, mientras dejaba mi sombrero
nuevo en el guardarropa.
Cantaba regular, pero movía
el culo con un swing que derretía
el hielo de las copas.

Cuando salió, por fin, del reservado
sentí que las campanas del pasado
repicaban a duelo.
La última vez que oí esa melodía
me recetaron tres años y un día,
más iva en la modelo.

Para jugar al black jack y ser un duro,
andar escaso de efectivo
es igual que pretender envidar
con un farol al futuro.
No por casualidad
me temen en los casinos.
Me daban diez de los grandes por el caso
de la rubia platino.

Los besos que te dan las chicas malas
salen más caros cuando los regalan
y huelen a fracaso,
pero el croupier me echaba cartas buenas
y la rubia platino era morena,
y el caso era un gran caso.

En un bistró, del puerto de Marsella
nos fuimos devorando, entre botella
y botella de oporto:
-los que pusieron precio a mi cabeza-
Le dije exagerando su belleza,
- se habían quedado cortos-

Puede que me estuviera enamorando,
porque antes del café cambié de bando,
de hotel y de sombrero.
Mi viejo puso un cuarto con dos camas,
fingiendo que la dama era una dama
y su hijo un caballero.

Ni siquiera, señores del jurado,
padezco, como alega mi abogado,
locura transitoria.
Disparé al corazón que yo quería,
con premeditación, alevosía
y más pena que gloria.

Para jugar al black jack y ser un duro,
andar escaso de efectivo
es igual que pretender envidar
con un farol al futuro.
No por casualidad
me temen en los casinos.
Me daban diez de los grandes por el caso
de la rubia platino.

Para volver a ser alguien, en el ambiente,
necesitaba un par de buenos clientes,
algo para mis vicios y un despacho decente,
no dan para comer las putas del barrio chino,
todos los lunes no me encargan el caso
de la rubia platino.


Para no ser un cadáver, en el tranvía,
aparte de tener gramática parda
hay que saber, que las faldas, son una lotería;
con luz de gas brilló mi lámpara de Aladino...
me daban diez de los grandes
por el caso de la rubia platino. 

in memoriam, querido, ahora que tú y yo

Dialogo de Ruptura

Para leer a dos voces,
imposible por supuesto.

—No es tanto que ya no sepamos
—Sí, sobre todo eso, no encontrar
—Pero acaso lo hemos buscado desde el día en que
—Tal vez no, y sin embargo cada mañana que
—Puro engaño, llega el momento en que uno se mira como
—Quién sabe, yo todavía
—No basta con quererlo, si además no hay la prueba de
—Ves, de nada vale esa seguridad que
—Cierto, ahora cada uno exige una evidencia frente a
—Como si besarse fuera firmar un descargo, como si mirarse
—Debajo de la ropa ya no espera esa piel que
—No es lo peor, pienso a veces; hay lo otro, las palabras cuando
—O el silencio, que entonces valía como
—Sabíamos abrir la ventana apenas
—Y esa manera de dar vuelta la almohada buscando
—Como un lenguaje de perfumes húmedos que
—Gritabas y gritabas mientras yo
—Caíamos en una misma enceguecida avalancha hasta
—Yo esperaba escuchar eso que siempre
—Y jugar a dormirse entre nudos de sábanas y a veces
—Si habremos insultado entre caricias el despertador que
—Pero era dulce levantarse y competir por la
—Y el primero, empapado, dueño de la toalla seca
—El café y las tostadas, la lista de compras, y eso
—Todo sigue lo mismo, se diría que
—Exactamente igual, sólo que en vez
—Como querer contar un sueño que después de
—Pasar el lápiz sobre una silueta, repetir de memoria algo tan
—Sabiendo al mismo tiempo cómo
—Oh sí, pero esperando casi un encuentro con
—Un poco más de mermelada y de
—Gracias, no tengo

Julio Cortázar

Irantzu y la belleza

Ya va alargando el día un poco. Las siluetas de las montañas eran aún visibles casi a las siete. Domingo. Fútbol y tambores en el parque.

La música, el cine, tienen su mitología. Anoche pensaba en mis iconos masculinos y femeninos en el cine actual. En música, este que escribe tiene en un altar a esta que canta. La mitificación tiene esas cosas.

Cada día trato de acertar por dónde saldrás.
Eso es tanto como adivinar qué nos va a pasar.

Has estado, hace tiempo, algo raro por momentos.
Me pregunto algo inquieta qué nos va a pasar.

No recuerdo cuándo decayó la conversación
ni el punto en que dices tú que algo cambió.

Sin embargo, mientras tanto, yo me guardo la esperanza
y las cosas que en la plaza nos dijimos hoy.

Ahora que te vas pediré perdón y dirás que no
y estará muy bien, ya sabes por qué.
Yo me esconderé, ahora que te vas
ya no saldré más, dime para qué, si no te voy a ver.

Sin embargo, mientras tanto, yo me guardo la esperanza
y las cosas que en la plaza nos dijimos hoy.

Ahora que te vas pediré perdón y dirás que no
y estará muy bien, ya sabes por qué.
Yo me esconderé, ahora que te vas
ya no saldré más, dime para qué, si no te voy a ver.

Cuando pase el tiempo conocerás a alguien más
y me olvidarás, y es que es lo normal.
Aunque nos dé rabia siempre ocurre igual
y nos esforzarnos en disimular.

ritmos circadianos

Una letra primorosa. Un vídeo a la altura: ingenioso y elegante -sólo un pero: el final en la meca de la cultura...-. Tres aproximaciones: la de estudio, la del vídeo, y la grabada con la sinfónica de Murcia -minuto 35:50-, aquí, colgada en 2011.



Por el día nos encierran en sus jaulas de cemento 
y aprendemos del león. 
Por las noches atrapamos corazones asfixiados 
y disparos en su honor. 

Mírame, soy feliz, tu juego me ha dejado así. 
Consumir, producir, la sangre cubre mi nariz. 
No sé dónde quedó el rumor que nos vio nacer, 
pagó la jaula al domador. 

Dilatamos las pupilas en encuentros con sirenas 
con las piernas de neón. 
Y blasfemamos por dios, 
prometemos por vos. 

Machacamos nuestros cuerpos prietos por un sueño de cartón. 
Mírame, soy feliz, tu juego me ha dejado así. 
Disfrazar, seducir, ponerme guapo para ti. 

No sé dónde quedó el rumor que nos vió nacer, 
pagó la jaula al domador. 
Mírame, soy feliz. 

Mírame, tu juego me ha dejado así. 
Mírame, ¿qué hago aquí? 
Mírame, tu juego me ha dejado así. 

No sé qué fue de aquel rumor que nos vio crecer

siendo la carne del león. 
Mírame, soy feliz, tu juego me ha dejado así. 
Engañar, seducir, ponerme guapo para ti. 

No sé dónde quedó el rumor,pagó la jaula al domador. 
Mírame, soy feliz. 
Mírame, tu juego me ha dejado así...


predicción zurda

Los buenos poetas son todos zurdos. Escriban con la mano que escriban, lo hacen desde el lado imprevisto del mundo y del lenguaje. A veces desde el lado inexplicable también. En 1990 un ictus paralizó la mitad derecha del cuerpo de Tomas Tranströmer, afectado de afasia desde entonces. La paradoja es que en 1974 había escrito estos versos: "Entonces llega el derrame cerebral: parálisis en el lado derecho / con afasia, solo comprende frases cortas, dice palabras / inadecuadas". Forman parte de Bálticos, un largo poema en el que la geología se mezcla con la genealogía.

El resto del artículo, de Javier Rodríguez, del pasado octubre de 2011, está aquí.